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Con motivo de su 82 aniversario Yoko Ono ha publicado una carta abierta a todos sus críticos y en contra de la discriminación por la edad en la industria musical.
La artista japonesa siempre ha sido discutida, odiada, amada, nunca ha dejado indiferente a nadie, y lo cierto es que su figura musical, guste o no, se ha agigantado en los últimos años. Es una reconocida artista en el mundo de la electrónica y ya en los tiempos de la nueva ola The B-52´s la reivindicaban, entre otros. Su relación con John Lennon la dio a conocer popularmente pero también la granjeó montones de detractores, sobre todo por la absurda acusación de ser la causante directa de la separación de los Beatles. “La culpa de todo la tiene Yoko Ono”, dice la frase popular, Yoko ha sido objeto de demasiadas mofas.
La carta se titula “No me detengan”, y en ella el rapapolvo es de aúpa, descubre todas las cosas que le molestan y no soporta. Acusa a sus críticos de ser demasiado duros y que buscan en ella de un modo absurdo la alta habilidad técnica estándar de un músico clásico. A lo largo de la carta pide, implora varias veces que la dejen ser ella misma, y que no la conviertan en una vieja.
También ha señalado la doble moral de cómo los músicos varones mayores se agasajados en lugar de ser objeto de burlas y ha puesto de ejemplo de cantante tratado con respeto a Iggy Pop.
Esta es la misiva:
¡NO ME PAREN!
A mi edad yo debería ser de determinada manera. Por favor no intenten que sea de otra manera de la que soy. No quiero ser vieja y enferma como muchos a mi edad. Por favor no traten de crear una persona vieja.
Incluso cuando estoy rockeando en el escenario, son totalmente duros conmigo. Me demandan el estándar de un músico clásico y me atacan por el ritmo o algunas notas que no suenan debidamente afinadas. No me preocupa lo que mi voz está haciendo. Si lo estuviese, lo que ustedes experimentarían no sería tal cosa. Mi voz morirá una vez que empiece a preocuparme por ella de la forma en la que ustedes me piden que lo haga. Vayan a un concierto de música clásica si quieren escuchar una voz “entrenada”. De ello escapo desde que era muy, muy joven. Creé mi propio nicho. Si yo tratara de presentar música clásica no sería algo que yo haya creado. No actúan del mismo modo con Iggy Pop, por ejemplo, un gran rocker, que está creando su propio sello distintivo, tal como yo hago.
Déjenme ser libre ¡Déjenme ser yo! No me conviertan en vieja con sus pensamientos y sus palabras sobre cómo debo ser. No tiene porqué venir a mis shows. Doy una tremenda energía con mi voz, porque esa soy yo. Reciban esa energía o cierren el pico.
Una crítica sobre un show que di para mi 80 cumpleaños. Querían que empezara a tiempo en cada comienzo de compás. Bueno, me gusta sincopar mi voz para entrar antes o después de la notas musicales, no al mismo tiempo. Eso también se hace en música clásica, ¿recuerdan? Sí. No me molesta usar lo que he aprendido de ella.
Sólo déjenme ser libre, la música va a salir de mi voz de la forma en que ella quiera. De lo contrario, no sería hermosa. Mi música es espiritualmente hermosa. Es una combinación de todas las generaciones que yo atravesé en este planeta: cuando nací viendo el mundo maravillada, cuando fui una niña sabia, llena de ideas originales sin nada que me intimidase demasiado aún, cuando fui una adolescente enérgica y rebelde, cuando fui sexy a los veinte, a los treinta a los cuarenta, a los cincuenta, a los sesenta, a los setenta y ahora. Más toda la música folk del mundo, la Voz de la gente que nunca se dejó intimidar ¡Y además de algunas músicas que venían de otro u otros planetas! Respeto eso, lo aprecio y estoy siempre agradecida por cada nota que entra y sale de de mí.
Otra crítica: Que mis shorts en el video “Bad Dancer” eran demasiado cortos ¿Qué tiene de malo eso? Ustedes no critican otras bailarinas cuyos pantalones son mucho más cortos ¿Tienen un estándar diferente para gente de mi edad incluso para la forma en la que mi ropa está diseñada?
Sólo le temo a una cosa. A que su discriminación sectaria finalmente llegue a influenciarme, que termine sucumbiendo ante ella y me ponga vieja. ¡Así que me tapo los oídos para no escucharlos! Porque bailar en medio de una sociedad que te discrimina por viejo es un viaje solitario ¡No me apedreen! ¡Déjenme ser! Ámenme plenamente por lo que soy.
Yoko Ono Lennon.