Sólo puede calificarse de drama la temprana caída del seno de Pink Floyd de un cantante y compositor de la categoría de Syd Barrett, el líder natural del grupo.
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Nadie sabe con exactitud qué razón ocasionó su eclipse, tal vez una suma de circunstancias le acabaron incapacitando para desarrollar una actividad “normal”. Se ha hablado de esquizofrenia y, por supuesto, de drogas, pero el caso Barrett continúa siendo un enigma.
Su breve estancia en el cuarteto dejó un impacto imborrable en la historia de la banda. Aún hoy, Roger Waters y David Gilmour se refieren a Barrett cada vez que interpretan “Wish You Were Here”. Es un trauma que jamás se quitarán de encima.
Ambos aparecen en la nueva película “Have You Got It Yet? The Story of Syd Barrett and Pink Floyd”, que se estrenará en cines este viernes 14 de julio, junto al otro miembro superviviente de la banda, el baterista Nick Mason, además de otras personas que conocieron a Barrett.
Dirigida por Roddy Bogawa y el difunto diseñador de la portada del álbum Storm Thorgerson, el filme pinta un retrato de Barrett no como un calamitoso favorito de culto, sino como un artista tierno cuya creatividad e imaginación parecían no tener límites.
Bogawa ha analizado la película en una entrevista muy interesante DE Allison Rapp para Ultimate Classic Rock.
P: Tienes una larga historia con Storm Thorgerson, que murió en 2013. Dirigiste una película sobre él llamada “Taken by Storm: The Art of Storm Thorgerson and Hipgnosis”, lo que te llevó a esta película sobre Syd Barrett. ¿Siempre has sido fan de Pink Floyd?
R: Sí… el primer gran concierto de rock al que fui fue el de Pink Floyd en la gira de Animals. Yo era amigo de un chico inglés en la escuela secundaria que se había mudado, y estábamos escuchando Deep Purple, Zeppelin, Pink Floyd, y estábamos juntos en la clase de arte, así que requisamos el estéreo portátil para poner todo ese tipo de cosas. Y así fuimos a ver todos esos espectáculos. Creo que vi a Rainbow con él y un montón de cosas de rock duro y conciertos de rock clásico.
¿Cuál era tu apego o interés en Syd Barrett entonces?
Definitivamente estaba escuchando esas cosas, pero nunca fui una de esas personas que decían: “Oh, está Syd Floyd y luego Roger Waters [y] Gilmour”. … Para mí, son una banda realmente interesante por el arco que sucedió con ellos. El hecho de que pudieran cambiar a los líderes, de Syd a Roger y David es bastante sorprendente. Pero nunca fui uno de esos que decían: “Oh, me gusta más esta era que esa era”. Si escuchas “Meddle”, “Ummagumma” o “Atom Heart Mother”, también estaban haciendo cosas experimentales sin Syd.
La mayoría de los fans de Pink Floyd están más familiarizados con la versión posterior a Barrett de la banda. Sus grandes éxitos comerciales no llegaron hasta después de su partida. Entonces, ¿por qué hacer una película entera sobre él?
Creo que definitivamente hay una base de fans de The Dark Side of the Moon, ¿verdad? Sin embargo, lo que pasa con la historia de Syd, que es una de las cosas que me interesaron, es que creo que también es una historia muy común… Quiero decir, es la historia de Brian Jones. Es la historia de Brian Wilson de los Beach Boys, Daniel Johnston. Incluso Kurt Cobain de alguna manera… estas personas que encontraron la salida creativa para lo que había dentro de ellos, ya sea dañado o poético, todo ese tipo de cosas, y luego qué sucede cuando la presión del éxito los cocina.
Entonces, para mí, esa también fue una metáfora interesante o una historia, eso es universal. Creo que la base de fans de Pink Floyd tendrá curiosidad al respecto, por todas las cosas que contiene y ese tipo de cosas, pero quiero que sea más grande, en términos de esa idea: se trata realmente de todos, cómo eligen diferentes caminos en la vida y cómo esas cosas pueden afectarte.
El metraje de archivo es hermoso. ¿De dónde lo sacaste?
Me hice amigo de Lana Topham, quien es la archivista de Pink Floyd. Ella maneja todas sus cosas porque me ayudó en mi película sobre Storm. … Así que me puse en contacto con ella cuando estábamos haciendo todo el material de archivo, y fue de gran ayuda. Y dijo algo interesante: “Sabes, Roddy, tienes mucha suerte. Tal vez sea el destino, pero acabamos de remasterizar todo el material de archivo de la caja de The Early Years que salió el año anterior”.
¿Hay algo que se cortó o no se incluyó en la película que desearías tener?
¡Sí! [Risas]… Tuve todo el material pirata que existe con Syd durante el transcurso de la película, durante un tiempo tuve un montón de material pirata. Y estaba lanzando la idea de que esto ha estado ahí durante 20 años, ¿por qué no lo ponemos, lo sancionamos y lo autorizamos? Pero me dijeron no, no, no, no [Risas]. Así que hubo un par de cosas, pero nada loco, que tuve que cortar.
Lo único que esperaba era entrevistar para la película a David Bowie antes de que muriera. Porque Bowie, durante mucho tiempo, habló de lo importante que era Syd para él. Y le envié un correo electrónico a su empresa de management, y tenía amigos que lo conocían, y él estaba interesado, pero luego decían: “oh, estaba demasiado ocupado”. Pero, en retrospectiva, se estaba muriendo en ese momento, ¿verdad? Y lo estaban manteniendo en secreto. Así que eso era lo único que realmente esperaba intentar conseguir. Pero luego tenemos a Pete Townshend… que estuvo genial. Pete le dijo al productor Orian Williams: “Tienes que entrevistarme”. Eso es muy interesante.
¿Qué fue lo más sorprendente que aprendiste al hacer la película?
Una cosa que me sorprendió fue que cuando Barrett murió, subastaron todas sus pertenencias en Cambridge. Y entonces vendieron una silla, una silla manchada y andrajosa, y vendieron un pequeño árbol de Navidad, pero también tenían muchos muebles en los que había colocado extensiones en las patas.
Puedes buscar online, son un poco locos: para hacer un caballete más alto o una mesita más alta para sus pinturas. E hizo cajas de altavoces, cajas de altavoces caseras para un estéreo. Y eso me sorprendió un poco porque una de las historias que se repetía todo el tiempo era que un vecino pasaba por su casa y lo escuchaba golpearse la cabeza contra las paredes y gritar en medio de la noche, y la historia se repetía en todos lados, en cada libro, como señal de que estaba loco. Y luego, cuando vi estas cosas, dije: “¡Espera, solo estaba construyendo cosas! [Risas] ¡Construyendo cosas en medio de la noche!”
Roger Waters dice en la película que Pink Floyd no habría existido sin Syd Barrett. ¿Estás de acuerdo con eso?
Creo que sí, en términos de que podrían haber sido sólo una banda de R&B y simplemente haber desaparecido. Tal vez hubieran tenido una canción de éxito o algo así. Pero el hecho de que estuviera escribiendo música tan extraña e inusual, les hizo diferentes desde el principio, ¿sabes? …
Creo que Roger, de alguna manera, está siendo muy generoso y sincero al respecto porque podrían haber sido una banda normal.