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Noticia que ha alcanzado repercusión internacional por lo triste y brutal de su desenlace. Joana Sainz no era una estrella, era la cantante y bailarina líder de la orquesta cántabra Super Hollywood, una de esas orquestas que se dedican a amenizar las verbenas y fiestas de los pueblos, y ha muerto de forma estúpida con sólo 30 años se cree que supuestamente por un fallo en los cartuchos de la pirotecnia que utilizaba su propia banda.
La cantante estaba actuando con la Orquesta en las fiestas de la localidad abulense de Las Berlanas, cuando poco antes de las 2 de la madrugada explotaron varias cargas pirotécnicas junto al escenario, desgraciadamente una de ellas se le clavó en el estómago, siendo mortal de necesidad.
Estas son la imágenes.
https://www.youtube.com/watch?v=E3nVMTjLaNk
Joana cayó desplomada al suelo y fue inmediatamente atendida por un médico y una enfermera que se encontraban allí presentes. Los profesionales del 112 la trasladaron a un hospital de Ávila donde falleció.
Carlos García, presidente de la Diputación de Ávila, ha hecho pública una declaración expresando su más profundo pesar por la muerte de Sáinz: «trasladamos este sentimiento a familiares, amigos y compañeros de Joana y nos ponemos a su disposición para acompañarlos en este duro trance», y ha alentado a las autoridades policiales y judiciales para que las causas del siniestro «sean aclaradas en todos sus extremos».
Un comentario
Desde hace varios años las orquestas, quienes reflejan el estado de la industria musical, buscan más el espectáculo que una propuesta musical íntegra. Los músicos son cada vez mejores, más profesionales; es decir, es muy difícil ver un espectáculo malo, todas las orquestas tienen una propuesta interesante. Pero la cuestión es; ¿se refleja en la verbena el paradigma de la crisis musical del primer cuarto de siglo XXI?
Yo tengo amigos que trabajan en grandes orquestas y los pobres ya no saben qué van a inventar. La buena música queda relegada al tercer pase y las canciones buenas empiezan a saber a añejo. Y es que aceptémoslo, como dice Adam Clayton, la música a pasado a un segundo plano en portar tendencias y ser centro de atención, hoy son los youtubers quienes arrastran a un público que ha empezado pasar página de lo que fue el siglo XX.