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18 de agosto, mal día para reyes. Ese mismo día de distintos años vio las muertes de Elvis Presley y Aretha Franklin. Y mucho tiempo antes, en 1938, del legendario bluesman Robert Johnson, que días después del 82 aniversario de su deceso, probablemente asesinato, recuperamos hoy en PYD.
Conocida, y un tanto sobada, es la leyenda de su pacto con el diablo en un cruce de caminos (te veré en el Crossroads) pero no tanto, mucho menos, su misteriosa muerte nunca aclarada. Y que está enterrado en tres tumbas al mismo tiempo, ¿Cuál es la verdadera? Verdaderamente no se sabe.
Robert Johnson quizá sea el músico de blues más influyente de todos los tiempos. Con sólo 29 temas que dejó grabados, su impronta está en los Rolling Stones, Eric Clapton, Bob Dylan y Jimi Hendrix, entre muchos otros artistas de la gran era de la música rock.
Pero su vida en sí misma es un misterio, poco se sabe de su biografía, apenas hay cuatro fotos de él, y ese vacío ha dejado por todas partes una gran cantidad de mitos y leyendas, algunas de las cuales podrían ser falsas.
Un 16 de agosto de 1938, Robert Johnson desaparece: solo tenía 27 años. Desde el principio un aura de misterio rodeó su muerte.
El certificado de defunción no indica ninguna causa específica; simplemente sugiere que el músico no recibió ningún tipo de tratamiento durante la agonía, pero se desconoce el motivo que causó el fallecimiento. Así, comienzan a formularse distintas hipótesis sobre su muerte.
Según el crítico musical y escritor Greil Marcus:
“Murió en el misterio: algunos recuerdan que fue apuñalado, otros que fue envenenado; que murió de rodillas, a cuatro patas, ladrando como un perro; que su muerte tuvo algo que ver con la magia negra”.
Según recuerda Stone Music, la teoría más probable es la testificada por los músicos Sonny Boy Williamson II y David Honeyboy Edwards quienes, unas noches antes de la desaparición de Johnson, estaban con él en un club cerca de Greenwood, donde tocaban los tres.
Se dice que Johnson tuvo un romance con la esposa del gerente del restaurante. De hecho, desde que su esposa murió al dar a luz a los 16 años, Johnson se había convertido en un mujeriego, además de en un gran bebedor.
Al parecer esa noche, impulsado por el alcohol, el comportamiento del artista y amante se volvió demasiado explícito. Durante un descanso, le entregaron una botella de whisky abierta, de la que bebió a pesar de las advertencias de su amigo Sonny Boy, quien no lo consideró prudente.
Cuando regresó a casa esa misma noche, comenzó a mostrar signos de envenenamiento. Moriría dos días después, al parecer sumido en una agonía inimaginable.
No se sabe a ciencia cierta como murió, pero es que además no se sabe bien donde está enterrado. De hecho, actualmente tiene tres tumbas. Una en el cementerio Payne Chapel cerca de Quito, con la leyenda “descansando en el blues”.
La segunda está ubicada en el cementerio de la Iglesia Little Zion, cerca de Greenwood, que Sony Music ha restaurado recientemente.
Finalmente, hay un obelisco en su honor, en el cementerio de la Iglesia Bautista Misionera Mount Zion, también cerca de Greenwood. Sobre él y financiado por Columbia Records, se han grabado los títulos de todas las canciones del bluesman.
Pero hasta hoy sigue sin saberse con certeza dónde están los restos mortales del polémico y controvertido Robert Johnson. Tampoco como murió.
Con su muerte, Johnson inauguró al grupo de artistas infamemente conocido como club 27. Kurt Cobain, Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Amy Winehouse y tantos otros. Todos grandes músicos que, lamentablemente, desaparecieron antes de cumplir los 28 años.