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El libro “The Ox: The Last of the Great Rock Stars” de Paul Rees incluye toda suerte de anécdotas jugosas del gran John Entwistle. La propia familia del bajista de los Who proporcionó a su autor una caja conteniendo capítulos y notas que había escrito para una autobiografía antes de su muerte en 2002.
Rescatábamos la semana pasada la broma de la muñeca hinchable de Keith Moon y Entwistle, ahora el hecho de que, según cuenta el bajista, los Beatles cambiaban en directo algunas palabras de las letras de sus canciones por otras malsonantes aprovechando el griterío generalizado de las fans, que lo ahogaban todo.
Un pasaje de Entwistle narra una noche en Blackpool, Inglaterra, en 1964, cuando The Who abrieron para los Beatles.
Mientras la multitud hacía demasiado ruido como para poder escuchar algo de lo que cantaban los Fab Four, los Who recibían una señal directa desde el escenario hasta su camerino.
“Se hizo evidente que los Beatles habían pensado que, dado que los gritos no podían parar y que nadie de la audiencia podía escuchar algo, podrían divertirse”.
“Pronto los cuatro Who estábamos llorando de risa por las palabras que estaban cantando y que solo nosotros pudimos captar: ‘It’s been a hard day’s cock… I wanna hold your cunt”’.
“Tocaron un último acorde y se fueron. Y seguimos con la tarea de recoger nuestro propio equipo”.
El hijo de Entwistle, Christopher, le dijo hace tiempo a la revista Rolling Stone que no queria que el libro fuera una historia “desinfectada”.
“Mi padre no era un ángel. Pero en general era un tipo encantador. No quería que estuviera entre algodones. No quería que fuera algo que dijera: “Oh, Dios mío. Qué maravilloso. Maravilloso maravilloso”. Quería que fuera la historia”.
“Gran parte de esto fue revelador y, a veces, doloroso, porque algunas de sus hazañas, digamos, no estaban en un nivel en el que yo creía que estaban. E imagino que no me lo dijo porque yo era su chaval, básicamente”.
Dice que los miembros supervivientes de losWho, Pete Townshend y Roger Daltrey, no participaron en el libro y que entendía por qué.
“No eran grandes amigos. El único lugar donde conocían a papá era en el escenario. Trabajaron juntos de manera brillante, pero nunca fueron amigos. Bueno, sí al principio y en la escuela. Fue entonces cuando tuvieron relación. Pero después eran personas completamente diferentes. Realmente no se llevaban bien fuera del trabajo”.