La belleza cruda y minimalista de la portada del doble álbum blanco de los Beatles ha cautivado a muchos fans, pero existe uno en concreto, Rutherford Chang, artista además, a quien le gusta cuando el famoso diseño completamente blanco del LP de 1968 se desgasta, incluso se rompe. Es su mayor coleccionista, con más de 2.700 ejemplares del dichoso LP.
Chang ha estado adquiriendo copias del álbum blanco de todo el mundo, en cualquier condición y edición, durante años. Lógicamente prefiere las copias de la primera edición - las ediciones posteriores eliminaron el número de serie y el nombre "The Beatles" en el relieve de la portada- pero también las que no están en perfectas condiciones. Para Chang, cuantos más propietarios hayan decorado la cubierta blanca desnuda con sus propias obras de arte, mejor. Incluso da por buenas las simples manchas que la portada pueda tener.
El obseso colecccionista le ha dicho a The New York Times:
"Estaba interesado en las diferentes formas en que envejecían las portadas".
"Al ser una portada completamente blanca, los cambios son evidentes. Los números de serie hacían que coleccionarlos pareciera natural, y cuanto más tenía, más interesante se volvía. Como puedes ver, muchos de ellos están escritos y cada uno tiene una historia. La acumulación de historias es parte de ella. Pero también se trata de cómo el objeto físico, el disco, ya no existe".
En 2013, Chang exhibió su propia colección, entonces de "sólo" 700 copias, en la Recess Gallery en el Soho de Nueva York. La estableció como una tienda de discos, con etiquetas organizando los discos por número de serie. Pero el artista usó el espacio para comprar más copias del famoso álbum en lugar de para vender las que ya había adquirido. La locura, enfermizo.
Si bien la exposición, titulada acertadamente, "Compremos álbumes blancos" se celebró durante solo unos meses, el inventario se puede ver online en su cuenta de Instagram. Chang lo actualiza regularmente y actualmente ya obran en su poder más de 2.700 copias del doble de los Beatles.
Richard Hamilton fue el artista que dejó a los Beatles en blanco, el artista que creó la portada del white album siguiendo las instrucciones de Paul McCartney de optar por un enfoque minimalista después del colorido bombardeo de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band.
Hamilton eligió una portada completamente blanca, únicamente con un "The Beatles" en relieve en un ángulo y un número de serie ubicado en la esquina inferior derecha.
La idea de numerar los discos individualmente, según Hamilton, era "crear la situación irónica de una edición numerada de algo así como 5 millones de copias".