En una entrevista reciente con el Globe and Mail, Roger Waters, ex líder de Pink Floyd, insistió en que su trabajo es “mucho, mucho, mucho más importante” que las estrellas del pop The Weeknd y Drake, en respuesta a la falta de cobertura de prensa para las fechas de su gira en Canadá.
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Habló con el reportero Brad Wheeler sobre el hecho de que ningún periódico en Toronto envió a ningún crítico a ninguna de sus actuaciones de su gira This Is Not a Drill allí.
“Lo que me gustaría saber, lo que me gustaría que reflexionaran, y tal vez preguntar a sus lectores, es si tienen alguna teoría sobre por qué puede ser”, preguntó Waters.
Cuando argumentaron que su show “no era el más grande de la ciudad esa noche” y que el de Weeknd era más grande, respondió:
“No tengo idea de qué o quién es The Weeknd, porque no escucho mucha música. La gente me ha dicho que es un gran artista. Bueno, buena suerte para él. No tengo nada contra él. ¿No hubiera sido posible revisar su show una noche y el mío otra noche?”.
No conoce a The Weekend, pero añade que es más importante que él, ahora y siempre:
“No estoy tratando de hacer un ataque personal. Solo digo que me pareció extraño. Y, por cierto, con el debido respeto a The Weeknd o Drake o cualquiera de ellos, soy mucho, mucho, mucho más importante de lo que cualquiera de ellos será jamás, sin importar cuántos miles de millones de reproducciones tengan. Están sucediendo cosas aquí que son fundamentalmente importantes para todas nuestras vidas”.
La conversación se centró en su activismo a favor de Palestina, lo que lo llevó a explicar:
“No es algo antisemita, dejemos eso de lado. Es la voz de la gente que dice: ‘Oímos mucha retórica sobre los derechos humanos, pero no vemos pruebas de que nuestros líderes se preocupen por los derechos humanos’. Su gobierno, por ejemplo, está más interesado en sus intereses mineros y el petróleo y las arenas bituminosas y todo eso que en los derechos humanos básicos de sus pueblos indígenas y de todo el mundo”.
Al explicar por qué sus conciertos podrían no ser tan “animados” como algunas personas podrían esperar, Waters estuvo de acuerdo:
“No son solo una fiesta de canto de viejos éxitos. No voy a ese tipo de espectáculos, porque no me gustan. Las viejas bandas salen y recorren sus éxitos año tras año tras año. El público tiene 100 años… Mi público, no”.
A pesar de las dudas de algunas personas en su show y su música, piensa que sus conciertos contienen un elemento de esperanza en el futuro:
“Hace varios años estaba trabajando en mi ópera “Ca Ira”, con Etienne Roda-Gil. Debí hacerle una pregunta filosófica, porque me miró y dijo: ‘Roger, estuve aquí, sentí algo y no estaba solo’. Me siento de la misma manera. Me da esperanza. Ese es el sentido de comunidad que describí al público en Toronto, que tal vez no estamos solos. Y esa es quizá la comunidad que sentí con esas personas esa noche”.
La gira actual de Waters continúa hasta el 15 de octubre.
Un comentario
Creo, que Roger Walters, ha perdido los papeles…es un mal tipo, engreído se cree autosuficienciente, menospreciando a otros artistas, diciendo que él, es más importante…y de paso es antisemita, sin importarle, ni un bledo, lo que padeció el pueblo hebreo durante el holocausto, ordenado por el esbirro y asesino; Hitler. Sus ideas e ideologías dejan mucho que desear…