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Peter Shapiro, uno de los fundadores de la sala Brooklyn Bowl, ha cogido el legendario teatro Capitol de Nueva York, para reinaugurarlo en septiembre como sala de conciertos.
El Capitol en su momento de apogeo, hace 40 años, estaba considerado como una maravilla de acústica y fue el lugar en el que Pink Floyd, Santana, Janis Joplin o Grateful Dead dieron alguno de sus mejores recitales.
Shapiro quiere recolocarlo en lo más alto del mapa, y para ello ya tiene un nutrido cartel de actuaciones para los próximos cuatro meses.
Por de pronto cuenta con The Roots – cuatro noches, una de ellas con Bob Weir de Grateful Dead-; My Morning Jacket, tres noches; Fiona Apple, Dirty Projectors y Regina Spektor. También con varios artistas más de la “vieja guardia”: Indigo Girls, Blues Traveler, Moody Blues, Al Green y Steve Miller Band.
Todavía no se sabe que artista va a abrir el nuevo Capitol el 4 de septiembre.
“Estamos en negociaciones con un artista que es un icono, con el que sería una buena forma de dar la bienvenida a la música otra vez en el teatro Capitol”, ha comentado un misterioso Shapiro.
Al parecer Peter Shapiro ha invertido más de 2 millones de dólares en la renovación de este teatro con capacidad para 1.800 personas sentadas.
Con respecto al teatro, ha sido taxativo:
“No tienes que crear un palacio del rock. Solo tienes que reinventarlo, y soy afortunado de tener uno. Es una reina. No es una princesa. Eso significa darle el mejor sonido disponible del mundo”.
La fama de la acústica maravillosa del Capitol es lo que propició que Grateful Dead quisieran tocar siempre allí (lo hicieron más de una docena de veces a principios de los 70).
“El sonido era genial, si vas a sonar bien, la banda va a tocar bien. Recuerdo en concreto, una versión de ‘Not Fade Away’, memorable. Fue enorme y explosiva”, recuerda Bob Weir.
También Shapiro ha resaltado que quiere conseguir “el ambiente de un pequeño bar de barrio”, combinado con sistemas de luz y sonido propios del Madison Square Garden.
Los tickets en un principio irán de tan solo 20 dólares, a 200, dependiendo del grupo que toque y el asiento.
El teatro abrió originalmente sus puertas en el año 1926. Exhibía películas y espectáculos de vodevil. Fue a final de los sesenta cuando se empezó a utilizar como sala de conciertos. No fue competencia para el más conocido Fillmore East de Manhattan debido a su falta de proximidad geográfica.
La época de los conciertos acabó en 1976, después de que un decreto prohibiera la música en vivo después de la una. En 1980, Marvin Rakivoff compró el edificio y restauró el auditorio. En los 80’s volvieron a llenar su escenario obras de teatro y musicales
Y en los 90, hasta 1997, volvió la música. Los últimos shows importantes los ofrecieron David Bowie y los Rolling Stones.
El Capitol, un clásico recuperado. Una muy buena noticia para la música.