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Adam Lambert parece haber descubierto cómo eliminar, en el mundo de la música, una brecha generacional: escribe canciones pop y dance con gancho para los teenagers. Y a los mismos padres de esa generación, les vende entradas para verlo cantar con Queen, una de las bandas de rock más grandes de todos los tiempos.
Por lo menos, tiene mérito. Pero no deja de ser una incongruencia.
Recién llegado de una exitosa gira mundial como vocalista de Queen, Adam Lambert acaba de lanzar su tercer álbum de estudio, “The Original High”.
Su mezcla de dance club, pop y baladas emotivas no podría ser más distinta de la música que ha estado interpretando los últimos dos años con Queen.
Y advierte:
“Mucha gente diferente oye mi música, para mí es importante juntar la mayor cantidad de gente posible”. Me importa poco sus preferencias. Ahora, seis años después de haber comenzado esta parte de mi carrera, creo que me conozco mejor. Creo que tengo una mejor idea de mi identidad artística y de quiénes son mis fans”.
Y habla del grupo de Roger Taylor y Brian May:
“Trabajar con Queen fue definitivamente un acto de malabarismo al tratar de hacer honor a las grabaciones originales y al mismo tiempo tratar de inyectarlas algo de mí”
Lambert apareció en la escena en el 2009, cuando participó en “American Idol”, con una versión a capela de “Bohemian Rhapsody” de Queen. Llegó a la final del concurso y terminó en el segundo lugar, después de Kris Allen.
El nuevo disco, que cuenta con la producción del sueco Max Martin y una colaboración del guitarrista de Queen, Brian May, también marca un cambio para Lambert, que ahora pertenece a Warner Bros. Records tras haberse ido de RCA Records , de Sony, el sello con el que firmó inmediatamente después de “American Idol”.
También le agradece mucho a Queen. Lambert dice que él y el grupo podrían salir nuevamente de gira, pero que probablemente jamás graben juntos música nueva.
