El actor Peter Fonda fue una de las inspiraciones de los Beatles para su LP de 1966, “Revolver”, fue quien en concreto le dio la clave a John Lennon para escribir la letra de la ácida “She Said, She Said”, que los Beatles grababan de principio a fin en los estudios Abbey Road un 21 de junio de 1966.
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Fonda tomó LSD en una fiesta con George Harrison y John Lennon y, aunque hay varias versiones de como se desarrollaron los hechos, existe un consenso de que Fonda en algún momento le dijo a Harrison: “Sé lo que es estar muerto”, frase que Lennon, que estaba a su lado, no olvidó y acabó utilizando.
En ese momento, Harrison, Lennon y Ringo Starr habían comenzado a experimentar con LSD. Mientras The Beatles estaban de gira por Estados Unidos, alquilaron una casa en el 2850 de Benedict Canyon de Los Angeles y organizaron la fiesta. Entre los invitados Neil Aspinall, Roger McGuinn y David Crosby de los Byrds y el propio Fonda.
Era la primera vez que Lennon y Harrison tomaban ácido deliberadamente, sin embargo el actor lo había hecho un montón de veces y decidió actuar de guía.
Según contó Fonda, Harrison estaba teniendo un “mal viaje”, por lo que trató de calmar al guitarrista diciéndole que no tenía nada de qué temer y que sabía lo que era estar muerto.
El actor en realidad se refería a su experiencia de niño, a los diez años, cuando se pegó accidentalmente un tiro en el estómago y su corazón se paró tres veces en el quirófano.
En una entrevista de 1980 con Playboy, Lennon dijo que estaba tratando de apreciar la belleza de las chicas y la atmósfera, y Fonda llegó y susurró: “Sé lo que es estar muerto, tío”.
Lennon lo encontró espeluznante y molesto, y le contestó: “Me estás haciendo sentir como si nunca hubiera nacido. ¿Quién puso toda esa mierda en tu cabeza?”.
Pero la frase de Fonda se le quedó dentro, y también su contestación, y acabaron sirviendo de base para una de las canciones más psicodélicas de los Beatles.
Como curiosidades, John Lennon originalmente escribió la canción como “He Said He Said” por lo que dijo Fonda, pero como no le sonaba bien la cambió a “She”, y grabó unas demos caseras iniciales con una lírica bastante más agresiva que la de la toma incluida en el álbum.
También que Paul McCartney no tocó en la canción, y fue Harrison quién tocó el bajo, y que era la canción favorita de “Revolver” del director y compositor Leonard Bernstein.