La primera vez que hablé en mi vida con Paul Mc Cartney fue en Cardiff , en 1973, eran las siete y media de la noche, llovía y a pesar de la hora se le ocurrió decir “Good Morning” , con un Joaquín Luqui embelesado , tan nervioso que llevaba el paraguas abierto , a pesar de que estabamos bajo techado.
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He recordado esa dos palabras ,porque su enésimo álbum en directo, lleva el título de “Good evening New York City” , una autentica apología sobre el legado de sus Beatles, sus Wings y su indomable espíritu competitivo, aunque sus 72 años puedan ser una cuerda rota en su guitarra.
Signo de los tiempos. La cadena Starbucks , a través de su sello Hear Music , es la dueña de los destinos musicales del Mozart del pasado siglo XX . Y Paul , como si fuera un principiante , lleva casi seis años de viajes promocionale ,acercándose a los periodistas, a la radio, a la televisión. No se cansa de las entrevistas.
Una vez me dijo muy inquietante que concede entrevistas , porque realmente le sirve para saber lo que piensa . Fue algo que le dijo en su día el actor Peter Ustinov . Confiesa que esas reflexiones sobre sus ideas , sus pensamientos y sus obras le confortan como simple ser humano.
Hace no mucho, Bob Dylan dijo que le gustaría muchísimo hacer cualquier cosa con Paul Mc Cartney. Una colaboración, una canción. El mundo de los fans esperaba que realmente la reunión de dos mundos paralelos se iba a producir el pasado verano , pero no fue. A cambio, Paul tocó en el nuevo Shea Stadium, en Nueva York , casi cuarenta años después que los Beatles batieran records de asistencia en el viejo estadio neoyorquino.
Mc Cartney sortea la jubilación a cada instante. Incluso hizo su “debut” en Broadway . Y todo porque cantó en el teatro Minskoff en el homenaje a Frank Loesser . También ha accedido para componer la banda sonora de la cuarta entrega de la película Shrek , por la sencilla razón de que su hija más pequeña, Beatrice es una produnda admiradora de la película de dibujos digitales.
Hasta asegura que la última canción que escribió para el cine, “(I want to) Come home”- candidata a los Oscars- le salió fácil de inspiración , ya que asegura que el personaje que interpreta Robert de Niro en “Everybody´s fine” le recuerda a sí mismo. El film tenía a Robert de Niro viudo y con cuatro hijos. La propia vida de Paul cuando quedó vuido de Linda.
Estába en un hotel de Birmingham, a propósito de uno de sus últimos discos. Me puse algo sentimental y le confesé que me había hecho pasar horas y horas tan felices con su música, que no me quedaba más remedio que darle las gracias eternamente.
No pude contenerme y se me escaparon unas lágrimas.
Paul las vió y puso su brazo por encima de mi hombro. Como si tratara de consolarme, de restar importancia.
Estaba uno tierno, porque me acababa de explicar como habían sido sus última horas con su “hermano pequeño” George Harrison y me había agarrado la mano tal como se la había cogido a su viejo amigo antes de morir, en la última vez que vió al guitarrista de los Beatles. George, por cierto, murió en la casa de Paul, en Beverly Hills , en Coldwater Canyon.
Paul Mc Cartney puede ser cariñoso y enfático como tu hermano mayor. Pero puede ser el “gran hipócrita” como le criticaba su amigo Jon Lennon. Es coqueto . Fue siempre el guapo de los Beatles y a sus setenta años jamás se le ve con gafas. Las utiliza, porque como es de suponer tiene vista cansada, pero jamas se le podrá hacer una foto con gafas de leer.
Paul también puede ser muy presuntuoso. Me contó que una vez en Roma sufrió la mayor decepción de su vida . Tras una buena cena en el Transtevere junto con la perversa Heather decidieron tomar una última copa en el bar del hotel. Un pianista tocaba al fondo, como suele pasar. Y empezó a decir:”Ahora voy a interpretar una famosa canción de los Beatles, que se lo debemos al gran John Lennon, se trata de la maravillosa Yesterday”. La canción más propia de Paul, la más querida, para el pianista era, simplemente, de John. Pensó ir hacia el pianista, pero supongo que reparó en la canción del Elton John “no me dispares, sólo soy el pianista”. Y se calló para siempre.
A veces es rencoroso. Linda , su amor de toda la vida fue una “groupie” y fotógrafa de lujo , que entre sus conquistaban estaban Jimi Hendrix, Tim Buckley y Jim Morrison. Pero el más fuerte fue Mick Jagger, con el que había pasado una semana de amor y pasión en un pequeño yate .
Paul se enteró de ello por la autobiografía del ex-bajista de los Stones, Bill Wymann . Desde que certificó esa relación jamás pasó por ser amigo de Mick Jagger. Todo al contrario. Sin embargo, ahora acrecienta una gran amistad con Keith Richards, porque ambos tiene casa en Turks y Caicos, en el Caribe, en la famosa playa de Providenciales.
Es conservador como vegetariano. Por lo tanto, es uno de los líderes de PETA, la organización en defensa de los animales. Es multimillonario y parece que gane más de trecientos mil de dólares al día, con tan sólo los derechos autorales de las canciones de los Beatles y las propias.
Nunca fue generoso con el dinero. Aunque, últimamente, ha permitido que su hijo James tenga la tarjeta negra de American Express, tan sólo destinada a las grandes fortunas.
Jamás podrá prohibir que le hagan entrevistas. Paul está hecho para ser un un niño de cien años.
Nadie sabe que tipo de virus le llevó a que lo hospitalizaran en Tokyo. Pero se ha recobrado y el Tour “Out There” ya está preparado.España una vez más no está incluida en esta gira mundial ,que Paul inicia el próximo mes de julio. Este es el sir Paul de 72 años. Es agotador.
Un comentario
Has conseguido ponerme la carne de gallina. Muchas gracias por este maravilloso reportaje. Por cierto, me resulta raro que aún no halláis publicado la noticia de la salida en septiembre en vinilo de los Lps de Los Beatles en mono.