Este es el artículo que ha publicado El Mundo:
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Un compact disc en la España de 1984… o la intrahistoria de un objeto procedente del futuro. “Me tuvieron que regalar el reproductor para poder escucharlo”, confiesa el propio autor de la grabación con la aureola feliz de los pioneros y rodeado de máquinas que son una enciclopedia con teclas.
Carlos García-Vaso, dos de las cuatro manos de la formación original de Azul y Negro, celebra el 30º aniversario del álbum ‘Suspense’. Todo un hito, ya que el primer trabajo publicado en formato digital en este país permite observar con perspectiva el salto tecnológico de la industria y ayuda a redimensionar a los padres del tecnopop patrio, a los que se les sigue debiendo un homenaje.
“Sabíamos que se estaba trabajando en un nuevo formato y tuvimos suerte: precisamente la dueña de aquella tecnología era la multinacional Philips, propietaria a su vez de nuestra compañía de discos. Eso lo hizo todo más fácil”, contextualiza quien junto a su compañero Joaquín Montoya y al productor Julián Ruiz dio forma a las nueve canciones de sonido sintético que el sello Polygram publicó en vinilo y en CD. Menos de 500 copias se editaron de ‘Suspense’; hoy son pieza de coleccionista.
“El proceso fue como cualquier otro: una grabación analógica en 24 pistas. La única diferencia fue la mezcla digital. En eso también fuimos precursores”, prosigue un músico que desde Madrid intercambiaba casetes por correo con su socio creativo -residente en Cartagena- para dar forma a cada uno de los temas.
Sintetizadores y bicicletas
Azul y Negro buscaba con su cuarta entrega resultar más ‘humano’ que en anteriores producciones, con una voluntad de reinvención que su compañía discográfica no sólo no le exigía, sino que casi censuraba. Cuando se produjo el lanzamiento de ‘Suspense’ el dúo todavía se deslizaba con la inercia de ‘Me estoy volviendo loco’, la memorable sintonía de la Vuelta Ciclista a España 1982. Había sido la primera vez que Televisión Española seleccionaba -mediante concurso- a un artista español para poner fondo musical y hasta cadencia respiratoria a la retransmisión.
“Fue una cosa sorpresiva, nadie se esperaba una repercusión semejante: ni el productor, ni la compañía de discos, ni los propios artistas”, comenta García-Vaso sobre una composición que en principio era instrumental y a la que finalmente se incorporó “una frase-gancho muy repetitiva”.
El éxito de la fórmula y la demanda masiva en las tiendas cogió a todo el mundo a contrapié. “Se trataba de una sintonía hecha expresamente para la Vuelta y la compañía ni se había planteado editarla en disco. Pero si acabamos de sacar ‘La edad de los colores’ hace cuatro meses, pensaban. Al final retiraron todos los vinilos de la primera edición de este álbum, le cambiaron la portada, quitaron dos temas, metieron ahí ‘Me estoy volviendo loco’ y lo volvieron a editar. En ese trasiego pasaron por los menos dos meses. Imagina las ventas que perdimos…”, lamenta el único miembro en activo del dúo tras la renuncia de Montoya en el 93.
Excluidos de La Movida
Daban la impresión de estar por todas partes, en especial a la hora de la siesta. Pocos como los Kraftwerk ibéricos han hecho tanto por la afición al ciclismo sin dar una pedalada: ‘No tengo tiempo/Con los dedos de una mano’ (Vuelta a España 1983), ‘Funky punky girl’ (Volta Catalunya 1984), ‘Vuelva usted mañana’ (Vuelta Valencia 1986), ‘Two pa’ka’ (Vuelta 1993)… A lo que hay que sumar cortinillas para diferentes espacios deportivos (‘La Torre de Madrid’, ‘Catedral de sal’, ‘No controlo nada’) y concursos (‘Los sabios’, ‘A la caza del tesoro’, ‘Costa Cálida’).
De los multitudinarios conciertos en los 80 con vestuario y arreglos capilares a lo ‘Blade Runner’ o ‘Tron’, García-Vaso recuerda: “Eran bestiales. Los demás artistas tenían miedo de tocar con nosotros porque el sonido era brutal, directo. Y fíjate que no teníamos MIDI todavía. Íbamos en precario: un secuenciador, dos sintetizadores, la guitarra, la caja de ritmos…”.
El también autor del ‘riff’ del ‘Hoy no me puedo levantar’ de Mecano y de las guitarras del álbum póstumo de Nino Bravo y de dos trabajos de Tino Casal dice que “seguramente” el recorrido mediático de ‘Suspense’ en este aniversario habría sido mayor de tratarse de un grupo vinculado a La Movida, en cuya antología -pese a ser coetáneo- no aparece.
“En el 98 decidí retomar la producción musical después de casi 10 años. Ahí está mi espinita clavada. 10 años en el dique seco son muchos y esto va tan deprisa que la gente en ese tiempo se olvida por completo. Si me hubiese mantenido y el nombre se hubiera seguido oyendo, me habría pasado como a otros artistas como La Unión, Aviador Dro…”, advierte este incansable trotamundos de los escenarios, que en la actualidad gira con Carlos López. “Para colmo, tampoco lo retomé con una multinacional que me promocionase a bombo y platillo. Lo hice en plan independiente, con mis propios medios y poquitos recursos”.
Aunque de lo que de verdad se siente dolido García-Vaso es de que Universal (que compró Polydor) no haya accedido a comercializar la discografía de Azul y Negro de los 80. “Debe de ser el único grupo español que no ha reeditado sus álbumes de vinilo en CD”, sentencia.
Chico y Chica, Ojetecalor, Los Ganglios, como antes Fangoria, Astrud… La herencia parece repartida. “Existe nuestra influencia pero hay otros que influyen más todavía. Por ejemplo, Depeche Mode”, admite con sinceridad el hombre que llegó a trabajar en Londres con un productor de Pet Shop Boys.
Durante décadas la incógnita fue: ¿por qué Azul y negro? “Estábamos grabando nuestros dos primeros temas (‘La torre de Madrid’ y ‘No controlo nada’) y Joaquín y yo todavía no nos habíamos puesto de acuerdo en el nombre artístico del grupo. Un lunes llegó Julián Ruiz, que cubría los partidos importantes para Marca, diciendo: ‘Se me encendió la bombilla viendo al Inter de Milán. Azul y negro, como su camiseta. ¡Es perfecto! Azul y negro son dos colores fríos: música electrónica. Azul y negro son el positivo y el negativo de los cables de corriente, os podéis enrollar todo lo que queráis en los medios… Pero eso sí, lo del Inter no decidlo, es un secreto'”.
El primer single del álbum “Suspense”.
3 comentarios
Me alegra que hayas reproducido el artículo de El Mundo, que yo leí hace unos días, aunque no hubiera estado de más que te hubieras adelantado a ellos, por tu implicación clara con la banda. Yo también creo se les debe un homenaje un toda regla, para mí es el mejor grupo electrónico español de todos los tiempos. Lo digo y así lo pienso. Su sonido en los 80 con su grandilocuente producción tuya- en el mejor sentido de la palabra-igual que con los sensacionales discos de Casal, les hacían estar a años luces del resto de bandas. Me da igual que apenas llevaran mensaje sus canciones, o igual sí llevaban más de lo que parecía, igual que los admirados Kraftwerk. Creo que he oído prácticamente a todos los grupos británicos y alemanes contemporáneos a ellos, y en sonido, de verdad, no son inferiores a casi nadie.
Junto a Aviador Dro, pero a un nivel más comercial que ellos, aunque sin asomarse al éxito muy posterior y distinto a todos los niveles de unos OBK, que musicalmente hablando-obviando las letras-tampoco son para ponerlos a parir como en este país se ha hecho con los pocos grupos electrónicos que se han atrevido en un país-para mí, casposo en materia musical a más no poder- a utilizar la técnica como medio para sus canciones.
Me alegra el merecido artículo de El Mundo y la reproducción del mismo en PyD. Tributo pequeño todavía pero merecido a Carlos García Vaso, un luchador de la música que aún sigue con el nombre de la banda y a Joaquín Montoya, sensacional músico también. Y al productor, todo sea dicho de paso.
Excelentes. Precursores absolutos. Y con ese sonido intenso, vital, épico, con que impregnaba Julián la música de los grandes de los 80: Azul y NEgro, Tino, lanzamiento de Cómplices… Completamente de acuerdo en la necesidad de colocar a este dúo en el lugar que por derecho propio nunca debieron abandonar. Hace unos años Universal editó un CD recopilatorio llamado “El color de los éxitos” con algunos de ellos. Pero su discografía da para más…
Muchos años siguiendo PyD en radio y otros cuantos ahora por la web, pero es la primera vez que entro a comentar. Muchas gracias por seguir ahí.
q bien sonaban! Bastante lejos llegaron para ser un grupo q casi no hacía canciones con letras. Y sí, la producción espectacular, escuchas The Night hoy, y no parece q tenga 30 años. No es porque siga PyD pero los mejores sonidos en España los producidos por Julian de aquellos años: Tino Casal… y añadiría, el contacto interior de Danza Invisible, que luego se echaron a perder con el tiempo.los grupos españoles nunca entendieron que tu puedes pegar en directo toda la caña q quieras (si eres buen músico, esa es otra) sin que al mismo tiempo experimentar e innovar con la producción de los discos sea una traición, y por eso gente como Azul y Negro son unos incomprendidos