Lou Reed era el fan nº 1 de Dion Dimucci, el cantante de “The Wanderer” y “Runaround Sue”, el artista italoamericano del Bronx que se dio a conocer en 1957 al frente de los Belmonts con éxitos como “I Wonder Why” y “A Teenager in Love”, y que hoy celebra el 84 aniversario de su nacimiento.
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En 1960 inició una carrera como solista en Laurie Records con éxitos como los arriba citados y “Ruby Baby”, “Donna the Prima Donna” o “Drip Drop”.
Pero Dion fue más que eso, a los largo de los sesenta grabó estupendos LPs folk rock como “Dion” de 1968 y “Wonder Where I´m Bound” en 1969, y en los setenta el inquietante “Born To Be With You”, producido por Phil Spector, cualquier cosa que produjese el creador del “Wall of Sound” en los 70 solo puede calificarse de densa y como mínimo inquietante.
De aquella vieja generación del rock and roll original por desgracia ya sólo quedan unos pocos, Freddy Cannon, miembros de los Four Seasons y Dion, uno de los grandes poetas de Nueva York.
Conocida es la pasión que sentía Lou Reed por la figura de Dion con o sin The Belmonts. Lou creció con el rock and roll y el Rhythm & Blues y fue testigo de primera mano del fenómeno Doo-wop neoyorquino. Lou hizo sus pinitos en el género con The Jades o como Lewis Reed.
Posteriormente tocaron juntos en alguna ocasión, como en la Ceremonia de los Grammy de 1988. Lou, David Johansen (New York Dolls) y Rubén Blades, hicieron de Belmonts para Dion. Un espectáculo entrañable.
Pero poco más tarde, 18 de enero de 1989, llegó lo mejor cuando Lou Reed fue el encargado de leer el discurso de investidura de Dion en el Rock´n´Roll Hall Of Fame, que reproducimos a continuación ya que es irresistible:
“Era el año 1958 y los fríos vientos del océano soplaban sobre Long Island, su agudo aullido mezclándose con los ásperos, perfumados, melifluos, líquidos sonidos del rock´n´roll. El sonido de una vida distinta, el sonido de la libertad.
Al tiempo que Alan Freed repiqueteaba sobre un listín telefónico y el ululante saxo de Big Al Sears tensaba las ondas radiofónicas con su “Hand Clappin´”, yo me hallaba sentado ante un indescifrable libro de geometría cuyos planos y ángulos siempre me rehuían. Deseaba escapar de ellos, y del mundo de los exámenes y los profesores; dar un salto, inmediatamente y por toda la eternidad, hacia el mundo de Shirley & Lee, The Diablos, The Paragons, The Jesters. El mundo de Lilian Leech & The Mellows y “Smoke From Your Cigarette”, de “Why Don´t You Write Me Darling, Send Me a Letter” cantada por The Jacks, de Alicia & The Rockaways y su “Why Can´t I Be Loved?”, una pregunta que, ciertamente, ocupó gran parte de mis años adolescentes. Las letras de aquellas canciones se aposentaban en mi mente como sonetos de Shakespeare cargados de poderío dramático.
Y luego estaba Dion, ese asombroso principio de “I Wonder Why” cincelado en mi cráneo hasta los restos. Dion, cuya voz era como ninguna otra que yo hubiera oído antes. Podía realizar todos aquellos increíbles giros vocales, alargar las sílabas sin esfuerzo, remontarse a tanta altura como para alcanzar el firmamento y bailar entre las estrellas por siempre.
Una voz que había absorbido y moldeado en el interior de su propia alma todas aquellas influencias, como el vino se transforma en sangre; una voz que no tenía igual, remarcable e inequívocamente neoyorquina. Puro Bronx Soul. La clase de voz que no se olvida. A lo largo de los años aquella voz ha permanecido junto a mi, como, estoy seguro, le ha ocurrido a muchos otros. Y, cuando lo escucho, me veo inundado por recuerdos, imágenes de lo que una vez fue y lo que pudo haber sido.
Ha sido un placer para mi llegar a conocer personalmente a Dion e incluso, mi idea del paraíso, poder cantar junto a él. Es un maestro en lo suyo, no hay duda de ello, y podría decirse que prácticamente inventó toda una actitud. “Ruby Baby”, “Donna The Prima Donna”. En “The Wanderer” cantó: ‘I tear open my shirt, I got Rosie on my chest”, un verso tan bueno que no pude resistir la tentación de adaptarlo, veinte años después, para uno de mis discos.
Al fin y al cabo, ¿quién podría ser más “hip” que Dion?“.
Larga vida a Dion.