Eran los favoritos en las casas de apuestas con Francia y Malta, y finalmente los italianos Måneskin, con una canción estrictamente rock, ganaron anoche el premio de Eurovisión 2021 con 524 puntazos, la mayoría provenientes del voto del público.
MANESKIN: recomendaciones
Buena cosa, un soplo de aire fresco para un festival que normalmente se debate entre la canción melódica y numerosas “moderneces” más o menos horripilantes. A partir de ahora quizá se abra un poco más el abanico de estilos.
“Zitti E Buoni” no es tampoco gran cosa – Lenny Kravitz tiene unas cuantas de estas bastante mejores- pero es una efectiva canción de hard rock suave con cierta influencia estética del glam setentero (y guiño a Queen en el soporte que sustenta la batería en el vídeo).
Lo dicho, algo positivo en cualquier caso para un festival como el de Eurovisión.
En segunda posición quedó la más convencional, pero buena y expresiva, “Voila” de la francesa Barbara Pravi, con su aire de chanson clásica a lo Edith Piaf.
La tercera plaza fue para Suiza con “Tout l’Univers”, otra canción de corte baladístico cantada en francés por Gjon’s Tears.
El Festival de Eurovisión regresó en el teatro Ahoy de Róterdam tras un año de ausencia, con público bajo un estricto protocolo de seguridad. 3500 personas que no tuvieron que llevar mascarilla.
La floja “Voy a Quedarme” de Blas Cantó quedó antepenúltima, en el puesto 24, con 6 tristes puntos. Algo mejor de lo que las predicciones indicaban (la situaban como la última, la peor canción del festival).
Lo penoso es que continúa una larga serie de posiciones pésimas para España en el festival. Desde 2015 no hay manera de que presenten algo llamativo, fresco, que guste un mínimo. No dan una.