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Parece que los dos herederos del legado de los Ramones han alcanzado una tregua en sus disputas legales. Joey (Jeffrey Hyman) y Johnny (John Cummings) Ramone murieron en 2001 y 2004, respectivamente, ambos de cáncer.
Según Billboard, después de un año de arbitraje, el hermano de Joey Ramone, Mitchel Hyman, y la viuda de Johnny Ramone, Linda Cummings-Ramone, han llegado a un acuerdo de arbitraje sobre el uso del nombre Ramone que se presentó el lunes 2 de diciembre en Nueva York.
Hyman y Cummings-Ramone poseen cada uno un 50% de participación en Ramone Productions Inc. (RPI), la compañía que comercializa licencias y produce recuerdos y productos relacionados con la música de Ramones. Cummings-Ramone es también copresidente y directora de la compañía.
Son disputas que se pueden interpretar como una continuación de los mal que se llevaban Joey y Johnny. Linda pasó de ser novia del primero a serlo y finalmente casarse con el segundo. Joey jamás volvió a dirigir la palabra a ninguno de ellos y escribió la canción alusiva: “The KKK Took my Baby Away”.
Loa problemas comenzaron cuando Hyman presentó demandas contra Linda Cummings después de que ella cambió legalmente su nombre a Ramone en 2014. Hyman afirmó que el uso de Cummings del nombre de Ramone fue “incorrecto y no autorizado”. También afirmó que al usar el nombre de Ramone en las redes sociales estaba violando el acuerdo de accionistas de la banda y diluyendo la propiedad intelectual de los Ramones. También quería evitar que se refiriera a su casa de Los Ángeles como Ramones Ranch.
El abogado de Hyman también afirmó que Cummings-Ramone estaba tratando de “engañar a los fans de Ramones y al público para que creyeran que este es el hogar oficial de los Ramones” y que ella estaba “explotando la Propiedad Intelectual de Ramones para sus propios fines y malversando oportunidades comerciales corporativas para su propio beneficio financiero y personal”.
Hyman solicitó que se le ordenara permanentemente que dejara de usar el nombre Linda Ramone o cualquier nombre que tenga el apellido Ramone. Además, quería que suprimiese LindaRamone.com y que no usara el término Ramone’s Ranch, #ramonesranch o cualquier otro hashtag que contenga la palabra Ramones.
Hyman también acusó a Cummings-Ramone de promoverse como presidenta de la compañía Ramones en lugar de su copresidenta. Buscó daños por más 275.000 dólares.
Cummings-Ramone respondió acusando a Hyman de no actuar en interés de la empresa, sino de manera egoísta, diciendo que “retenía repetidamente, sin razón, el consentimiento y la aprobación para el uso de la propiedad intelectual de Ramones”, incumpliendo su acuerdo de conciliación y acosándola a través de demandas. Ella exigió 5 millones de dólares por su interferencia.
Bob Donnelly fue el árbitro asignado al caso. Según documentos judiciales, dijo que la disputa entre los dos era comparable a “una disputa digna de los Hatfields y McCoys, pero indigna de la muy apreciada marca Ramones”.
Donnelly dijo que debido a sus desacuerdos, es probable que su “comportamiento destructivo haya dado lugar a la pérdida de oportunidades y a aplastar la marca de los Ramones de una manera que podría disuadir a terceros de querer involucrarse en actividades comerciales o promocionales similares”.
Agregó que “la lucha interna probablemente ha creado un ambiente tóxico que disuadiría a muchos promotores y presentadores de querer invertir su tiempo y dinero en el desarrollo de cualquier clase de exhibición de Ramones”.
El acuerdo de arbitraje final ha resultado en que se le prohibido a Cummins-Ramone usar el nombre Ramones Ranch a menos que obtenga la aprobación de Hyman, pero sí se permiten los términos “Johnny Ramone Ranch” o “Linda Ramone Ranch”. También puede usar el nombra a Linda Ramone para presentar su evento anual Johnny Ramone Tribute.
Tanto Hyman como Linda recibieron la orden de asesorarse por escrito sobre cualquier oportunidad corporativa relacionada con los negocios de los Ramones. A Hyman se le prohibió oponerse o disminuir las oportunidades de obtener marcas registradas para los nombres Johnny Ramone y Linda Ramone, de los cuales Linda fue declarada propietaria legítima.
Después de dar su última recomendación final en el caso, Donnelly pidió a ambas partes “que consideren el peligroso camino en el que se encuentran y que, con suerte, realicen algunos cambios sustanciales para evitar la cuarta ronda de estos arbitrajes tan costosos como lentos”.
Y concluye:
“He emprendido esta sección de comentarios porque quiero tratar de cambiar el comportamiento de las partes, que ha llevado a tres arbitrajes costosos y que llevan mucho tiempo y causan que la marca Ramones experimente un sensible crecimiento. A Micky Hyman y Linda Cummings-Ramones se les ha confiado la misión extremadamente importante de preservar el legado de los Ramones para sus seguidores y hacer crecer esta marca icónica a un nuevo grupo mundial de fans de la música. En mi opinión, la única forma de lograr esos objetivos es que Mickey, Linda y sus representantes realicen algunos cambios radicales y la forma en que todos llevan a cabo los negocios de la empresa”.