Hace diecisiete años Syd Barrett fallecía a los 60 años a causa de complicaciones derivadas de la diabetes. El cantante, compositor y guitarrista fue uno de los miembros fundadores de Pink Floyd, y uno de los grandes “mártires” del rock. Se mantuvo en activo unos siete años antes de recluirse para no regresar jamás.
Alice Cooper: recomendaciones
Se ha especulado mucho sobre qué es lo que le pasó a Syd para emprender ese viaje sin retorno. Alice Cooper contó una curiosa historia sobre Syd Barrett en “Who I Really Am: The Diary of a Vampire”, entrega de la serie de Audible’s Words + Music en la que el veterano rockero revivió momentos cruciales de su vida y carrera.
Cooper recordó en el programa el tiempo que pasó con Pink Floyd mientras ambas bandas todavía se estaban haciendo un nombre a finales de los 60 y los ingleses estaban de gira USA. Los Alice Cooper no se chupaban el dedo, pero su cantante y líder todavía se admira y sorprende de la enorme ingesta de drogas que tenía que hacer Barrett para hallarse en ese estado.
Para Alice ese era el problema, que Syd se atiborraba de drogas.
Después de tocar juntos en un show en el Cheetah Club de Los Ángeles, Cooper y sus compañeros de banda invitaron a Pink Floyd a quedarse en su casa unos días.
“El momento memorable de esto, por supuesto, fue una mañana cuando me levanté temprano, siempre me levantaba temprano, entré a la cocina y allí estaba Syd Barrett sentado a la mesa del desayuno, mirando una caja de cereales y riendo y pasando el mejor momento de su vida”.
“Y yo miré los copos de maíz y le miré a él. Y él los señalaba y decía: ‘Eh, mira esto'”.
“No podía imaginarme cómo alguien podía estar tan desaforado tan pronto por la mañana”, continúa Cooper.
“Quiero decir, nos drogábamos, pero no tanto. Entré y le dije al guitarrista Dennis Dunaway: ‘Dennis, Syd está sentado en la cocina, mirando una caja de cereales y aparentemente es la televisión para él. Todos los pequeños cereales bailan y cantan para él, y él se lo está pasando en grande. Y Dennis respondió: ‘Genial. ¿Tienes más material de ese?'”.
Cooper elogia en el podcast a Barrett como “uno de los más brillantes compositores y guitarristas, y una verdadera estrella del rock”, pero asegura que “no estaba en nuestro planeta, y probablemente fue un viaje divertido para él, hasta que finalmente le atrapó”.
Barrett, que se cree que sufría de esquizofrenia, se volvió cada vez más errático a medida que aumentaba su consumo de drogas y fue expulsado de Pink Floyd en 1968. David Gilmour tuvo que estar constantemente detrás de él, y casi tirarle de la oreja para que grabara sus dos únicos álbumes en solitario, los magníficos “The Madcap Laughs” y “Barrett”, ambos de 1970.
Barrett se retiró de la industria de la música unos años más tarde y permaneció recluido hasta su muerte en 2006.
Cooper ha admitido que Barrett estaba lejos de ser la única víctima del rock ‘n’ roll en esos días:
“El rock ‘n’ roll es un negocio peligroso. Poco sabíamos que los tipos a los que admirábamos, los tipos de los que aprendimos, nuestros héroes (los Jim Morrisons, los Jimi Hendrix, los Janis Joplins) iban a palmar a los 27 años. Esa era la fecha de vencimiento para una estrella de rock”.