Un hijo del tiempo inmaculado llamado Mick Jagger, con 24 años, Adán del rock, protestaba en los mismo morros de laembajada americana, en Grovesnor Square, aquel domingo de marzo de 1968. A Mick Jagger no le llegaron a tocar los “bobbies” , pero se tuvo que refugiar a base de carreras, como los demás protestantes, en Hyde Park.
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Poco después escribió una canción que empezaba así:
Por todas partes oigo el ruido de pies en marcha y a la carga…¡Oh, muchacho! Porque el verano está aquí.
Naturalmente, se trata de Street fighting men, del formidable álbum “Banquete de pordioseros”. Era como un ladrillo en la perfecta revolución del rock.
La revolución de Tottenham actual es menos conservadora. Es terrible. Incluso ataca la música. Artistas que luchan por un lugar nuevo en el sol, se retorcían de espanto al comprobar como se quemaban sus discos en los almacenes de Sony, en Enfield.
Discos de Domino Records , pasando por 44D , Beggars Baquet- el título del album de Jagger- y todo los relacionado con el grupo PIAS . El primer afectado ha sido el nuevo single de los Arctic Monkeys.
En pocos días, Londres celebrará(?) el multiracial Notting Hill Carnival. Siempre es la prueba de que Londres ama todas las razas. ¿Hasta estos días?. Fue allí, en 1976, cuando Joe Strummer y Paul Simonon del grupo The Clash soportaron un ataque virulento de los “bobbies”, en la primera revuelta racial que se recuerda en Londres. Pocos meses después aparecía el primer single de Clash, el grupo punk . Se llamaba “White Riot”
Tan sólo once años después de aquella violencia callejera de Jagger, Joe Strummer, el líder de Clash, volvía a dialogar con el diablo molesto, indignado , revolucionado por la brutalidad de la polícia de Londres contra los manifestantes del inmenso error nuclear del caso de Three Miles Island. Así nació “London Calling” , el himno de los “riots” londinenses. Una canción que incluso engatusó a Bob Dylan , que llegó a cantarla en directo.
En 1981 llegaba al numero uno en Londres, “Ghost Town”, de los Specials , un grupo de blancos y negros , que fomentaban el ska tradicional, el blue-beat de Jamaica. La ciudad fantasma de la que hablaban los Specials podían ser otras ciudades, pero era inequívocamente Londres , donde las manifestaciones se multiplicaban. Revueltas que se llamaron Poll Tax Riots , porque el gobierno de la Thatcher se le había ocurrido un nuevo impuesto.
Aquellos crudas, violentas cargas policiales contra los manifestantes acabaron por llamarse la segunda batalla de Trafalgar. Y los Specials llamaron desde entonces a Londres, La Ciudad Fantasma. Ese nausabundo fatalismo que expresa la canción tiene su rendición en los que ocurre en estos días.
Hasta David Bowie desde su santidad bisexual se indignó con la Thatcher y se pronunció en su perfida “Rebel , rebel”. Pero quizá sea más importante la ironía del “padrino del mod” , el elegante de izquierdas Paul Weller, que en los tiempos de la Thatcher y con su grupo Jam manifestó la ironía de aquellas cargas policiales londinense con la fantástica “That´s entertainement” . Sí que era lacónico y perverso decir “esto es espectáculo” , el show los policías de Londres pegando a los manifestantes. No se puede olvidar otra canción de Weller , como la irreflexiva “A bomb in Wardour street”.En otro estilo, la irreverencia de UB 40 en “Don´let it pass you by”.
Han sido los raperos negros, incluso asíaticos ,los “nuevos chicos de Londres”, nuevos príncipes de la protesta , los que han castigado las perversidades de Tony Blair . Sobre todo, con el contencioso de las Azores, de la guerra. Mike Skinner, el hombre de The Steets ha sido ácido y borrascoso, contra la policía y sus actuaciones, en canciones como “Never went to church”.
Nuevas formulas como el “dub step” ,el sonido de moda actual ,con la irracionalidad de Burial incrementa la sensación de que Londres se ha vuelto una ciudad donde se conjuga con absoluta extremismo la violencia alcoholizada , el ocio escapista y el consumismo , con la propia brutalidad de la miseria. Ecuaciones imposibles de digerir por una sociedad racial que no encuentra trabajo, que no encuetra un lugar en ese Londres sin piedad que se come a sus hijos.
David Bowie nació en Brixton , en el sur, muy lejos de Tottenham. Pero Brixton también es un problema. Bowie sólo tenía 20 años cuando escribió esta canción llamada The London Boys y cantaba: “Oh chico de Londres, te crees que tienes mucha gracia, pero tú no tienes nada , tu estás corriendo y ya es muy tarde”.
Un comentario
Muy buen artículo, muy interesante.
Es el sentido natural de la música como elemento emocional relacionarse con las luchas (independientemente de que estas luchas tengan una razón válida o no). Lo que es interesante en todo esto es cómo cada cual toma una perspectiva propia y la transforma en un panfleto, incluso interesante por eso mismo porque nace de una perspectiva muy propia.