Paul Weller: recomendaciones
El guitarrista de los Who ha recordado una sobredosis que sufrió después de tomar drogas con Phil Lynott, líder de Thin Lizzy.
Hasta 1978, Pete Townshend había llevado una vida relativamente limpia, pero la muerte de Keith Moon le dejó en un estado mental pésimo y se metió de lleno en las drogas y el alcohol. Ahora lleva más de 30 años sobrio.
“Phil Lynott era un buen amigo, pero era un adicto a la heroína cuando lo conocí”, ha declarado Townshend al Irish Times en una entrevista reciente.
“Me recordaba mucho a Jimi Hendrix, quien, en persona, no tenía luz. Pero tan pronto como comenzaba a tocar música, se convertía en luz, como un chamán. Phil era así. Trabajaba en mi estudio en Isleworth, y cuando tocaba, se incendiaba”.
Townshend pasó a recordar una noche en un club de Londres, “con personas como Paul Weller y Chrissy Wood, la ex esposa de Ronnie Wood”.
“Me desperté con una aguja en el brazo y Phil parado allí, contemplando mi desmayo”.
“¿Sabes cuál fue mi gran decepción? Que no estaba en la primera plana del periódico al día siguiente. Estaba en un club con Paul Weller y Phil Lynott, y fue la única vez en mi vida que iba a sufrir una sobredosis, ¡y nadie lo sabía!”.
Townshend reflexionó sobre los antecedentes de su abuso de sustancias y dijo:
“No me gustaba estar en una banda de rock, y no me gustaba el negocio del rock, y no creo que me hubiera estado allí si no hubiera sido un bebedor. Fue lo que me permitió quedarme, porque no tomé drogas durante mucho, mucho tiempo. No era tan puro como Roger Daltrey dice ser, pero dejé de fumar marihuana en 1967, así que tenía 22 años. No comencé a usar ningún tipo de drogas nuevamente hasta brevemente en 1979, justo después de la muerte de Keith Moon”.
Dijo que el mayor “shock” fue que todos los que estaban cerca de Moon estaban seguros de que iba a suceder, pero no sabían qué hacer al respecto.
“Me preocupa que sigamos haciendo eso en nuestro negocio”, añade Townshend, que sin embargo disculpa al personal de artistas fallecidos como Amy Winehouse y Avicii, y cree que no deben tener “motivos para avergonzarse porque ciertamente no sabíamos qué hacer [con Moon]”.
“No pudimos moderar a Keith. Vivía en una fantasía, pero también se estaba medicando a sí mismo hasta la inacción”.
“No pudimos averiguar qué demonios estaba pasando. Su hermana, por ejemplo, sigue viva y perfectamente normal. Ella tenía los mismos padres; ella es un año mayor que él. ¿Por qué no es una loca? Su madre acaba de morir la semana pasada. Encantadora dama, muy normal. Y conozco a sus tías. Son encantadoras y normales, y miras a Keith y te preguntas qué fue lo que lo hizo tan extraño. Su autodestrucción fue poética y creativa”.