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La primera guitarra Stratocaster de Bob Dylan, con la que atronó al personal presente en el festival folk de Newport en 1965, ha vuelto allí 50 años después.
El productor del festival, Jay Sweet comentó que “la guitarra de Dylan ha vuelto a su hogar” el pasado viernes 24 de julio, justo para el primer día del festival de este año.
Fue la guitarra con la que Dylan se electrificó, la Fender Stratocaster que indignó a los puristas, y la que hizo (en combinación con los instrumentos del combinado Paul Butterfield Blues Band/ The Blues Project, que apoyó en directo a Dylan aquel 25 de julio de 1965) que el personal folkie allí reunido le abuchease, al parecer más por motivos de desarreglos de volumen que otra cosa, y propició todo tipo de críticas de los músicos folk, Irwin Silber y Ewan MacColl, entre otros, por alejarse de la música acústica.
Y Pete Seeger, que según cuenta la leyenda intentó cortar los cables de electricidad, hacha en mano. Más abajo se puede escuchar la entrada de Dylan en escena, con un apabullante, para algunos ensordecedor, “Maggie´s Farm”.
La guitarra fue comprada en el año 2013 por Jim Irsay, propietario de los Indianapolis Colts de la National Football League. Pagó 965.000 dólares, la cifra más alta pagada jamás por una guitarra en una subasta. El viernes la guitarra fue llevada al festival por el responsable de cuidar la colección de guitarras de Irsay.
Y la cosa es que se trata de una guitarra que, desde que la tocó Dylan en 1965, no ha vuelto a ser tocada en público. Bob Dylan, que actuó en Newport en 2002, no ha participado en esta última edición, a pesar de la invitación de Sweet. Aún así, ayer domingo, el festival se clausuró con un homenaje a Dylan.
En declaraciones a The Guardian, Sweet ha sido claro:
“Tenerlo de vuelta sería la forma menos Newport de celebrarlo. Tratar de recrear ese momento es una tontería. Miramos al futuro, no se trata de revivir el pasado”.