El 4 de junio de 1942, Glenn Wallichs lanzó Capitol Records en Estados Unidos. El sello se convirtió en el hogar de artistas como Frank Sinatra , The Beatles , The Beach Boys , Eddie Cochran, Gene Vincent, Bobby Darin, Dean Martin, Glen Campbell , Steve Miller, Dr. Hook, Bob Seger, Tina Turner, Heart y muchos otros. . Wallichs fue el hombre que inventó el arte de la promoción de discos enviando copias de los nuevos lanzamientos a los disc jockeys.
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La última vez que escribí de Capitol Records fue sobre la curiosidad que me había producido que Bob Dylan repitiera la grabación de un nuevo disco sobre su homenaje particular a Frank Sinatra, precisamente en el estudio B, el favorito de las milagrosas grabaciones de Frankie con Gordon Jenkins , Nelson Riddle y demás magos de la calle Vine, en Los Angeles.
Uno padece su virus emocional y , tras grabar El Bosco y CCCP, tuve la fortuna de grabar partes del álbum que hacía sobre Esperanto.Años antes había conocido sus oficinas para entrevistar a la increíble Martha Davis de los Motels, en el año 1981.
En aquel mismísimo estudio B , que era más pequeño y acogedor que el infinitamente caro estudio A , fue donde el gran guitarrista Les Paul creó el estudio justo ahora 75 años. Donde también se formalizó el increíble micrófono que había ideado el gran ingeniero Georg Neuman , el famoso U 47.
Historia apasionante de la música, porque cuando el gran Johnny Mercer , junto con otros dos amigos , allá por el año 1942 , cuando ni siquiera Hollywood Bulevard tenía el glamour de hoy día, sólo estaba el Teatro Chino. No como actualmente el teatro Dolby , donde se entregan los Oscars.
Y ni mucho menos hubiera soñado que en su sello recién creado, el primero en la Costa Oeste norteamericana , grabarían o estarían en nómina maravillosas luminarias de la gran música del siglo XX, desde Nat King Cole, pasando por Frank Sinatra en sus mejores años, los Beatles, los Beach Boys y tantas otras estrellas absolutamente espectaculares.
COMO UNA PILA DE DISCOS.-
Hay muchos aspectos de Capitol Records , que ya no sólo realzan sus 75 años de existencia. ¿Quien puede olvidar su maravilloso edificio en Los Angeles, que hoy días es un emblema de la ciudad, semejante a una pila de discos. Eso, sin embargo, es un subproducto accidental de deseo del arquitecto de crear una estructura ultra-moderna. El exterior circular se decía que era una cuestión de eficiencia. Sin embargo, el diseño, realizado por el joven arquitecto, Louis Naidorf, era como su suposición de la era espacial, con muchos metros de altura, con una torre añadida de varios metros , en el tejado, con una luz roja emitiendo hacia fuera la palabra “Hollywood” en código Morse. Mucha imaginación.
Paro los americanos siempre fue una tragedia que fueran los ingleses del sello EMI, en 1955, que tras apropiarse de la compañía, fueran los que pagaran las construcción de semejante y único edificio. Por el sello discográfico habían pagado sólo ocho millones y medio de dólares de aquella época. De todas formas, en aquellos años 50 , Nat King Cole y sus maravillosos discos habían sido los que habían embellecido el prestigio de la Capitol . Hasta el punto que al edificio empezaron a llamarle “El edificio que Nat construyó”.
Arquitectónicamente, la torre de Capitol Records es también un mito acerca de un sueño. Eso es lo que uno puede leer en el prólogo de un nuevo libro que celebra el 75 aniversario de la Capitol, como la llamamos en el negocio. Una estructura que simboliza el optimismo de California en la mitad del siglo XX.
Para escribir el prólogo se ha elegido a uno de los representantes del nuevo pop de Los Angeles. Hijo del arreglista David Campbell y de Bibbe Hansen, una “estrella” de las películas de Andy Warhol. Uno cree que han elegido a Beck, porque simplemente le acababan de fichar para el sello y había ganado un par de Grammys en el año 2015, cuando Kanye West se cogió el gran cabreo del mundo de la música.
El creador y vanguardista Beck, un nativo del estado de oro, sugiere que esta “rareza circular en un paisaje de la plaza” representa “un lugar entre el arte y el comercio, el jazz y el rock and roll; entre una edad de oro, la decadencia urbana, y el renacimiento “.
EL TIEMPO DE ESPLENDOR.-
Mirando a través de las fotografías de la época dorada de la Capitol, se puede ver por qué esta estructura a lo Torre de Pisa ha llegado a simbolizar ese corto período hermoso, justo de la segunda mitad del siglo pasado , cuando las palabras “música” y “business” fueron capaces a coexistir en la misma frase. Ahora, desde luego que no.
Siempre ha quedado la duda de que el sello Capitol nunca hubiera sido la Capitol de no haber irrumpido los Beatles . Es muy posible, pero hay que recordar que Nick Venet , el director artístico de la compañía , había fichado a los Beach Boys en el verano del año 1962, justo año y medio antes que los Beatles tuvieran su primer gran éxito en los Estados Unidos, con el tema “I Want to hold your Hand” , el tema que más atrae a Dylan por la magia de sus notas.
Aunque el dueño, la matriz de la Capitol fue la EMI inglesa,, lo cierto es que Capitol Records en los Estados Unidos, tenía la libertad de negocio incluso para rechazar los primeros discos de los Beatles, que tuvieron que aparecer en un pequeño sello discográfico llamado Vee -Jay Nunca sabremos si alguna vez echaron por ello al director artístico. Siempre quedará como secreto del sumario. Han pasado 55 años. Más de una vida para la Capitol.
La historia del sello por supuesto que continuó a través de la últimas décadas , pero los años posteriores no tienen esos momentos misteriosos y mágicos de Nat King Cole, Frank Sinatra, Beach Boys, los Beatles.
En la década de 1970 se produjeron éxitos con Steve Miller y Bob Seeger. La respuesta de la etiqueta para el punk era firmar Mink DeVille.
Hubo éxitos de MC Hammer y los Beastie Boys, Bonnie Raitt y Garth Brooks, Radiohead y Coldplay, y más recientemente Katy Perry y Sam Smith, que se han asegurado de que la etiqueta tiene aún más futuro.
Hace justo cinco años , el sello Universal Records, compró la compañía. el grupo Vivendi francés, el de las aguas residuales de China como gran negocio. Esa es la gran ironía. Parece un típico sello discográfico norteamericano y casi nunca ha sido de propiedad estadounidense.
Capitol Records vive su propio viaje hacia decadencia , pero jamás el negocio podrá esconder el esplendor de sus raíces musicales. Jamás.