La vida en la música de Lou Reed se puede examinar en una nueva exposición que presenta numerosos artefactos de su extensa carrera. “Lou Reed: Caught Between the Twisted Stars” abrió ayer en la Biblioteca Pública de Nueva York para las Artes Escénicas en el Lincoln Center y estará hasta el 4 de marzo de 2023, con entrada gratuita.
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Curada por el productor Don Fleming, quien ha ejercido como archivista del Archivo Lou Reed, y Jason Stern, quien trabajó como director técnico de Reed, la expo también ha sido posible gracias a la viuda de Reed, Laurie Anderson. El título de la misma ha tomado su nombre de la letra en “Romeo Had Juliette” la canción de apertura de su álbum de 1989, “New York”).
“Hemos estado trabajando durante años para armar esto. Y solo quería decir que es mi sueño tener a este gran poeta de Nueva York en la biblioteca pública”, ha explicado Anderson en una vista previa para la prensa.
La división de Música y Sonido Grabado de la Biblioteca Pública de Nueva York para las Artes Escénicas adquirió por primera vez el archivo Reed en 2017, aunque esta es la primera vez que los materiales se muestran en una exhibición importante.
Hay muchos elementos de importante valor histórico en ella: desde una cinta de carrete a carrete de cinco pulgadas con algunas de las primeras grabaciones de Reed que se envió a sí mismo por correo en 1965 y permaneció sellada hasta su muerte en 2013 (música que el sello Light In The Attic va a editar por primera vez el 26 de agosto bajo el título “Words & Music, May 1965”) a artefactos personales como tarjetas de San Valentín de la compañera de banda en Velvet Underground, Mo Tucker, en las que ella se dirige a ella con cariño llamándola “Honey Bun”.
También hay fotos tomadas por el legendario Mick Rock, quien hizo la famosa imagen de Reed que se ve en la portada de “Transformer”, incluidas instantáneas de Reed con Andy Warhol, letras escritas a mano, una copia del Rolodex de Reed, su diploma universitario (se graduó cum laude), varias guitarras y algunas de sus queridas espadas de tai chi.
Una pared entera está formada por la colección de discos de Reed. Al lado está la oficina recreada del productor Hal Willner, amigo y colaborador cercano, instalada como estaba cuando Willner murió en 2020.
En otra habitación hay una experiencia de audio que Reed desarrolló en 2012 con el laboratorio audiovisual Arup: un sonido instalación capaz de reproducir la música de Reed en audio espacial mono, estéreo, cuadrofónico y Ambisonic completo. Reed lamentó una vez que nunca había podido traducir el sonido de una actuación en vivo en un disco, pero pararse en el centro de esta instalación se acerca bastante a replicar lo que Reed escuchó mientras actuaba en el escenario.
La muestra pinta un sorprendente retrato de un artista elogiado por su enfoque radical de la creación musical, aunque, como lo describe Anderson, “no necesitas guantes blancos para Lou Reed: Caught Between the Twisted Stars”.