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Cuando “Mechanical Bull” está listo para ser editado el próximo lunes, el bajista de la banda, Jared Followill, lo ha descrito como “el álbum más inmaduro que se ha hecho jamás”.
Anteriormente se refirió al LP como el disco “más complicado musicalmente” del grupo, y que habían hecho un disco “muy maduro que sorprende por lo juvenil que suena”. Parece que el bajista no se aclara.
Jared le ha contado a Metro que la grabación del nuevo LP de Kings Of Leon estuvo repleta de bromas en el estudio, a 180º de las tensiones y problemas que tuvieron para hacer su anterior disco “Come Around Sundown”.
“Ratas de pega, casquillos de pistola estallando por doquier. Básicamente estuvimos de cachondeo todo el tiempo”.
Corrían malos tiempos para Kings Of Leon en la grabación de su anterior disco, su quinto. Followill ha comentado que ni tan siquiera les gustaba el estudio neoyorquino en el que lo grabaron. Las sesiones discurrieron entre litros y más litros de alcohol, y muchos “malos rollos” entre los miembros de la banda.
“Definitivamente hubo una lucha interna. No podías decir ‘radio airplay’ sin que Caleb se enojara. Habíamos sido llamados traidores después de ‘Sex On Fire’. Él no quería que la gente pensase que eso era todo lo que habíamos intentado hacer.”
En definitiva, prueba superada. “Mechanical Bull” es probablemente lo mejor que han hecho hasta el momento los hermanos Followill.
