La compositora de The Runaways, Kari Krome, ha demandado a los herederos del extravagante músico ya fallecido Kim Fowley y al ex DJ de KROQ y propietario del célebre club English Disco, Rodney Bingenheimer, por agresión sexual a una menor.
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Según lo informado por Rolling Stone, Krome presentó la demanda acusando tanto a Fowley como a Bingenheimer de agredirla sexualmente cuando sólo tenía 13 años.
Según la demanda, Krome alega que tanto Fowley como Bingenheimer la acicalaron antes de abusar sexualmente de ella. Mitchell también compartió el impacto que estos abusos han tenido en ella durante años:
“Puedes llegar a una conclusión o pensar que algo no está bien, pero si estás hablando de algo demasiado pronto, muchas veces solo obtendrás una reacción negativa y tendrás que esperar hasta que sea el momento adecuado”, le ha dicho a Rolling Stone.
“Nunca me callé al respecto. Simplemente nadie quería escucharlo. A nadie parecía importarle. Todavía estamos mirando a estos personajes a través de una lente de glamour de esa época y esa escena en lugar de mirarlos a través de una lente de que hacían cosas que eran criminales”.
La demanda obtenida por Variety duce:
“Cuando la demandante tenía aproximadamente 13, 14 y 15 años, el demandado Rodney Bingenheimer y el acusado Kim Fowley usaron sus roles, estatus y poder como adultos, así como sus conexiones y trabajo en la industria de la música. para obtener acceso para manipular, explotar y agredir sexualmente a la demandante en el Estado de California, Condado de Los Ángeles”.
“Como resultado del abuso y la agresión sexual del acusado Rodney Bingenheimer y de la acusada Kim Fowley, el demandante ha sufrido una grave angustia emocional, física y psicológica, que incluye vergüenza y culpa, pérdida económica, capacidad económica y pérdida emocional”.
Esta no es la primera vez que Fowley es acusado de agresión sexual. En 2015, la bajista de The Runaways, Jackie Fuchs, habló sobre su experiencia a manos de Fowley en un artículo publicado por el Huffington Post.
Ella compartió cómo llevó a la banda a un hotel cerca del club Wild Man Sam después de un espectáculo de Año Nuevo allí en 1975 y afirmó que le dieron varios sedantes Quaaludes, algo que los testigos pueden verificar, y escuchó a Fowley preguntarle a uno de los miembros de la troupe que se hallaban en la fiesta si le gustaría tener sexo con ella. Él se negó, pero ella dijo que se recuerda a sí misma “abriendo los ojos, Kim Fowley me estaba violando y había gente mirándome”.
La abogada de Mitchell, Karen Menzies, describió el famoso Bingenheimer’s English Disco, su club de Sunset Strip en Los Ángeles, como “una cámara encubierta para preparar a niñas menores de edad y servirlas a las estrellas de rock”, y añadió, por Bingenheimer, que “él mismo agredió a las niñas”.
“La muerte de Kim Fowley no deshizo todo el trauma que ha causado. El legado de Fowley incluye la violación de niñas menores de edad, y la ley finalmente permite que los supervivientes busquen justicia”.
Menzies continuó: “Vamos a demostrar que ni el tiempo ni la vejez, ni siquiera la muerte, permitirán que los hombres ricos y poderosos de la industria de la música escapen de los pecados de su pasado. Rodney ha disfrutado de la falsa reputación de un dulce e inocente amigo de las estrellas del rock, cuando en realidad era la fuente de explotación y agresión sexual de niñas menores de edad”.
Bingenheimer vive en Mountain View, California, a sus 76 años y es DJ de Sirius XM.
Este es un documental sobre Bingenheimer y la English Disco.
Fowley murió en 2015 a los 75 años. Saltó a la fama después de trabajar con varios artistas de renombre como Gene Vincent, KISS, Frank Zappa, Alice Cooper, Leon Russell y Jonathan Richman & Modern Lovers.
En 1975 reclutó a The Runaways colocando un anuncio en el fanzine de Los Ángeles “Who Put the Bomp” de Greg Shaw, y terminó produciendo el álbum debut homónimo de la banda en 1976 y coescribiendo su mayor éxito “Cherry Bomb”.