No se han hecho esperar a lo largo del fin de semana las reacciones de viejas miembros de las Runaways a las impactantes declaraciones de la que fue su bajista, Jackie Fox.
Como informamos en PYD, Jackie declaró hace cinco años que Kim Fowley, mánager de la banda femenina, la drogó y violó a mitad de los años setenta, cuando le grupo estaba en su mayor apogeo.
Ahora Joan Jett y Cherrie Currie han declarado que dudan de que tales hechos se produjeran, y mucho menos delante de ellas. Eso es lo que peor les ha sentado, que Jackie insinuase que lo que supuestamente hizo Fowley lo hizo con la aquiescencia del resto del grupo.
La primera en saltar ha sido Joan:
“Cualquier persona que realmente me conozca sabrá que si yo fuese consciente de que una amiga o compañera de la banda está siendo violada, no me quedaría quieta mientras eso ocurre. Para un grupo de jóvenes adolescentes empujadas al estrellato rock de los 70 hubo relaciones extrañas, pero yo no tenía ni idea de este incidente”.
“Obviamente, la historia de Jackie es extremadamente terrible y aunque no hemos hablado en décadas, le deseo la paz y la curación”.
Por su parte la que fue cantante de Runaways, Cherrie Currie, ha dicho poco después tres cuartos de lo mismo:
“Todo lo que puedo decir es que si Joan, Sandy y yo hubieramos visto a una chica inconsciente siendo brutalmente violada delante de nosotras, habríamos golpeado al violador con una silla en la cabeza. He sido acusada de un delito. De mirar a los ojos muertos todavía suplicantes de una niña, incapaz de moverse mientras que ella era violada brutalmente, sin yo hacer nada”.
“Nunca he sido de negar mis errores en la vida y no me gustaría empezar ahora. Si yo fuera culpable, lo admitiría. Hay tantas excusas que podría dar al tener por entonces sólo dieciséis años, la gente podría entenderlo, pero soy inocente “.
Incluso Currie llegó a decir que, de ser necesario, no tendía problema a someterse a una prueba de polígrafo.