Justin Hurwitz tenía sólo 32 años . Con 18 años ya era un pianista soberbio en el Conservatorio de Música en Milwaukee . Tocaba a Chopin y Bach con soltura.
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Cuenta que jamas olvidará las lecciones de piano impartidas por una vieja profesora llamada Stefanie Jacob. Quizá por culpa de ella , ahora saborea sus tres nominaciones a los Oscars y es el compositor, espíritu y el alma de un musical como “La La land” , que trata de competir con imperecederos musicales como “ Cantando Bajo la Lluvia” o el maravilloso “Top Hat” de Fred Astaire y Ginger Rogers.
Pero es que además,el n musical encubierto, logrado el récord de nominaciones al Oscar, junto con “Eva al desnudo” y la más indigente “Titanic”.
Hurwitz aduce:
“Buscamos una voz similar a Audrey Hepburn en “Moon River” , ese tipo de voz susurrante , aunque se note que no es una cantante profesional .Es una voz agradable que no tiene mucho de Broadway, aunque ella puede, y en realidad, lo consigue en la otra canción nominada , en “Audition”. Emma Stone canta con una ligereza y despreocupación francamente encantadoras. Ese tipo de voz hace que uno la sienta un poco más como una persona de verdad. Quisimos mantener algo de realidad y vulnerabilidad y humanidad”.
Según Justin para terminar la música de la película entregó más de mil quinientas maquetas al piano . Recuerda incluso los días de angustia cuando no paraba de re-escribir de nuevo temas y temas sobre la marcha, en un trabajo devastador durante dos años y medio.
Y analiza :
Normalmente, el compositor no llega hasta más tarde, cuando la película ya está terminada. No sentimos que ese sistema funcionaría en esta cinta. Así que tuve una oficina al lado de la sala de edición , donde Damien, mi amigo y director, y el editor Tom Cross estuvieron trabajando durante ocho meses. Todos los días me daban escenas y yo les daba la música . Luego, ajustaban las escenas para que encajaran con la música y yo ajustaba la música para que encajara con las escenas. La película y la partitura fueron evolucionando juntas. Fue un proceso un poco inusual”
También recuerda con absoluta emoción una escena en el rodaje de como Emma Stone está en el restaurante con su novio y con su hermano , pero es que Justin está detrás de las cámaras tocando el piano de la melodía , para que ella reaccionara con la música.
Hablar del director de “La La Land” es hablar de Damien Chazelle, su “hermano” , el amigo eterno que conoces cuando estás estudiando y crees que los sueños se pueden hacer realidad.
Justin y Damien se conocieron en la Universidad de Harvard . Justin estudiaba música, claro y Damien, cine y artes escénicas. Pero asegura que la mayor frustración de Damien es no haber sido un gran batería de jazz .
De hecho, Damien estudió jazz en la escuela de Princeton. Así que tenía clavada la espina y siempre quiso hacer “Whiplash” , con él mismo en el guión, en el personaje de Terence Fletcher.
Recuerda Justin:
“Pero esa película no fue nuestro primer sueño juntos. Hace años , casi pasando hambre, terminamos la película “Guy and Madeline on a Park bench”En 16 militemos” . La historia de un trompetista de jazz , de Boston ,que encuentra su felicidad en su pareja, Madeleine”.
Justin me aseguraba que Damien siempre ha tenido un oído exquisito y como batería, un sentido del tiempo, del ritmo, únicos. Para la “opera prima” no se hizo con actores profesionales, pero entre él y Damien seleccionaron a un trompetista maravilloso, como es Jason Palmer, una de las grandes promesas del mundo del jazz.
Justin acusa a su amigo Damien de haberse inspirado en él para el personaje de Ryan Gosling .
“Además, sin mi permiso- se rie- Durante la preparación de la película , Damien mandó a los diseñadores de vestuario y de producción a mi apartamento para que tomaran fotos y se fijaran en todo. Yo estaba usando mi piano como mesa. Comía incluso en él y ponía encima el correo o el ordenador. Prácticamente tenía toda mi vida encima del piano. Fue el propio Ryan el que cambió un poco los planes , porque decía que era demasiado austero, demasiado patético”.
Justin recuerda que el negocio de firmar la película con Lionsgate se produjo precisamente en su propio apartamento.
Se trataba solo una habitación blanca con un piano y una cama. La única decoración era un afiche de “Umbrellas of Cherbourg”, el musical “Los Paraguas de Cherburgo” , en la pared.
Y recuerda :
“Ahí fue donde me reuní por primera vez con los productores Fred Berger y Jordan Horowitz. Hace seis años Damien los llevó a mi apartamento para que oyeran algo de la música .Pero incluso a los productores les dio un poco de grima cuando entraron en mi apartamento. No sabían qué pensar. Lo describieron de varias maneras, una de ellas como “un asilo de locos con un piano”. Desde entonces he comprado más muebles. No muchos. Tengo una mesa de comedor, pero no tengo sillas.Y soy feliz”.
Para un músico que ha estudiado en Harvard escribir partituras de música para películas es el auténtico “eldorado”. Justin cuenta con ternura su logro de grabar en el gran estudio de música de la Metro, donde se grabaron todos los grandes musicales.
Dirigir y escribir el “score” final con una Orquesta de 95 músicos era más de lo que pudo imaginar en su pequeña habitación de Harvard. . El éxtasis . El estudio se llama ahora Barbra Streisand. No sé por qué. También uno mismo ha grabado allí , pero me quedo con la magia del estudio 1 de Abbey Road.
“Precisamente siempre me ha gustado lo que John Williams grababa en Abbey Road. Sobre todo, el score de “Superman”, pero en realidad tengo que confesar que mi músico favorito básico para todos los musicales es Jacques Demy. Siempre he tenido en mi memoria partituras como las de “Lola” , “La señoritas de Rochefort” y, claro, por supuesto, “Los Paraguas de Cherburgo”. Son mis musicales favoritos.”
¿Como llegó a la música latina en ese sensacional comienzo de la cinta?..
Y me contestó:
“ Siempre me ha gustado el jazz latino. Los maravillosos discos de Mongo Santamaría, o Chico Farrill , pero siempre he tenido en mente la fantástica “Voodoo Suite “ , que Pérez Prado hizo con Shorty Rogers. Influenció muchos a enormes músicos de cine como al mísmisimo Henry Mancini. Pero, en fin, el jazz es nuestra vida . Sin el jazz no existirían los musicales. Estoy absolutamente convencido”
Aunque , finalmente, también recuerda que le gustaba el rock . Cuando Damien y Justin estaba en Harvard , crearon un grupo “indie” . Se llamaba Chester French . Billy Wilder siempre habla del “toque Lubistch”. Justin habla del toque” musical de Jacques Demy. La injusticia final es que Ryan Golsing no ganara el Oscar.
2 comentarios
Una de las peores pelis que he visto en los últimos años. Una película donde los jazzeros no fuman porro, es más: si mal no recuerdo nadie prende ni un puto cigarrillo durante todo el film. El tipo discute con su novia, llega a la casa y no destapa un vino sino que ¡¡se cocina una milanesa!!. Este Hollywood tan aséptico y tan políticamente correcto que asombra por lo predecible,