En concreto, lo que quiere quemar Joe Corré, hijo del difunto manager de Sex Pistols, Malcolm McLaren, y de la diseñadora de moda Vivienne Westwood, es memorabilia original punk estimada en un valor de 5 millones de libras.
Corré, fundador de la marca de lencería Agent Provocateur, quiere proceder a la quema del material el 26 de noviembre (el día del 40 aniversario de la publicación de “Anarchy In The UK”) en Camden, como protesta a la celebración del posterior evento “Punk London”.
Ha pasado mucho tiempo desde 1977, y la reina apoya “Punk London”. Aquello de “God save the Queen, she’s ain’t no human being”, es lo de menos. El punk es otra cosa más devorada hace mucho tiempo por el establishment. Incluso la British Library y el Museo de Londres apoyan “Punk London”. El punk en el museo. Saber esto y ver el cartel de más arriba da un poco de risa.
El evento ha recibido además una subvención de la Lotería de 99.000 libras esterlinas, y en el mejunje también están metidos Rough Trade y The Roundhouse.
Esto es lo que Corré alega:
“La reina dando su bendición oficial al aniversario del punk es la cosa más espantosa de la que he oído nunca. Hablar de la cultura alternativa y punk siendo apropiada para el mainstream. En lugar de un movimiento para el cambio, el punk se ha convertido en una mierda de pieza de museo o en un acto homenaje”.
“Un malestar general se ha fijado ahora en entre el público británico. La gente se siente dormida. Y con el adormecimiento viene la complacencia. La gente siente que no va a tener ya voz. Lo más peligroso es que han dejado de luchar por lo que creen.Tenemos que explotar toda la mierda una vez más”.
Entre los objetos “quemables” hay memorabilia bastante rara de Sex Pistols. Corré ha pedido a otros punks insatisfechos que se unan a él el 26 de noviembre.
En 1966 la América más reaccionaria quemó a los Beatles. En 2016 el punk original es homenajeado por su viejo enemigo y lo que queda de él quiere arder en llamas.