Cassius Clay: recomendaciones
Tras 32 valientes años, su combate más largo y meritorio, de lucha contra el Parkinson, el viernes por la noche falleció Muhammad Ali a los 74 años en un hospital de Phoenix, Arizona, en el que fue ingresado el jueves por problemas respiratorios.
La triste noticia la anunció Bob Gurnell, portavoz de la familia Ali, en un breve comunicado:
“El triple campeón de pesos pesados del mundo murió ayer por la noche”.
Ayer por la tarde, Gurnell explicó en rueda de prensa que Ali murió a causa de un shock séptico provocado por causas naturales, y anunció que su entierro tendrá lugar en Louisville (Kentucky) y será público.
Muhammad Ali (o Cassius Clay), considerado el mejor boxeador de todos los tiempos, tres veces campeón del mundo en una carrera pugilística con 56 victorias y tan sólo 5 derrotas.
Ali será recordado básicamente por eso, pero Ali no era sólo un boxeador, era un luchador en el sentido más amplio de la palabra. Combatió por las más diversas causas: a favor de los derechos sociales de los negros, se comprometió contra la guerra de Vietnam (en abril de 1967 se negó a ingresar en el ejército alegando que no tenía nada en contra del Vietcong) y, por supuesto, un valedor de la lucha en contra de su propia enfermedad, el Parkinson.
Era muy triste ver a Muhammad – no sólo titán deportivo, sino rápido e ingenioso conversador, y hasta orador- tembloroso, tan mermado por la enfermedad. Ali, el de las grandes frases:
“Los campeones no se hacen en gimnasios. Están hechos de algo inmaterial que está muy dentro de ellos. Es un sueño, un deseo, una visión”.
“Soy musulmán, soy boxeador, un hombre que busca la verdad. No estaría representando al Islam si fuese un terrorista. Todo el mundo debe conocer la verdad: Islam es paz”.
“Cassius Clay es el nombre de un esclavo. No lo escogí, no lo quería. Yo soy Muhammad Alí, un hombre libre”.
Además era el amigo de los músicos. Todos querían posar junto a él, en los años sesenta y setenta fue un símbolo que trascendió plenamente lo deportivo. Además sencillamente gustaba y caía bien, porque era divertido, y Elvis, los Beatles, Bob Dylan, James Brown, Michael Jackson, Marvin Gaye o The Troggs se hicieron fotos con él. Descanse en paz, Muhammad Ali.