El bajista original de los Sex Pistols, Glen Matlock, recordó como estuvo “del lado equivocado” de la diseñadora de ropa recientemente fallecida Vivienne Westwood, para rendirle homenaje.
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Matlock, un joven con problemas alrededor de 1973, encontró trabajo en la tienda que Westwood administraba con Malcolm McLaren, quien se convertiría en el mánager de los Pistols después de que los miembros se reunieran en sus instalaciones, mientras que Westwood dejaba un impacto indeleble en su vida.
“Probablemente pensaron que solo era un chico heterosexual, y lo era”, ha dicho en un nuevo artículo en The Guardian.
“Un mes o dos después, le pedí a Vivienne que le preguntara a Malcolm si me daría una referencia para la escuela de arte. Ella dijo: ‘¿En serio? No creo que quieras preguntarle a Malcolm… le han echado de todas las universidades de Londres’.
“Inmediatamente me interesé más por ellos y ellos se interesaron más por mí”.
La reputación de la tienda comenzó a explotar cuando pasó a llamarse SEX.
Matlock recordó el momento en que se le pidió que ayudara a crear su nuevo logo:
“Dije que lo intentaría. Llevó demasiado tiempo y Vivienne se volvió dogmática, diciendo que estaba tratando de censurar su trabajo cuando no lo estaba haciendo en absoluto. Si estabas en su lado equivocado, ella te lo haría saber”.
Cuando el guitarrista Steve Jones y el baterista Paul Cook comenzaron a frecuentar la tienda, Matlock dijo que “le ordenaron vigilarlos”.
“Estaban tratando de formar una banda y les escuché decir que necesitaban un bajista. Así fue como empezó”.
Y Westwood ayudó a proporcionar “una base donde todos nos reuníamos. El lugar más moderno de Londres un sábado por la tarde, donde se congregaban todos los bichos raros y perros verdes… Y Vivienne era como la Madam de un salón de la Belle Epoque”.
El bajista señaló que Westwood fue “una de los primeras vegetarianas que conocí”, y señaló que cada vez que comía pollo, “se llevaba los huesos a casa para hervirlos y coserlos en camisetas”.
“Lo que sea que hizo, lo hizo con verdadera destreza y artesanía”. Matlock reflexionó que ella “se dio cuenta de cosas, como cuando John Lydon entró con un imperdible en la oreja” y argumentó que estaba “en el conflicto de ideas y sabía lo que quería hacer”.
Elogiando el éxito mundial que se produjo después de que ella y McLaren todavía estuvieran experimentando en distintas direcciones cuando los conoció, Matlock agregó:
“Ahora es increíble. … De huesos de pollo a jefe de un imperio de la moda: solo sobresaliendo se obtiene una aclamación duradera, y tener un éxito continuo es difícil. Ella lo hizo. No estoy seguro de que volvamos a ver gente como ella”.