George Harrison, en diciembre de 1980, tras el asesinato de John Lennon, creyó que también él estaba condenado a morir violentamente.
Así que se encerró en su mansión de Friar Park. Se gastó fortunas en seguridad en toda la enorme casa y jardines adyacentes. Incluso cambiaba de numero de teléfono cada semana e hizo que le diseñaran una serie de alarmas extravagantes. No contento todavía, contrató a sus hermanos Harry y Peter , como responsables de su seguridad.
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Aquel solo, maravilloso, único , lo firmó bajo el seudónimo de L' Angelo Misterioso.
Conmovedor artículo, de principio a fin. Muy bien rematado, además, con el comentario sobre su solo de guitarra en «Badge». Curiosamente uno de mis favoritos de siempre también, aunque creía que era de Clapton.