TUn 23 de noviembre de 1991, Freddie Mercury, emite un comunicado confirmando que tiene SIDA y pidiendo ayuda para combatir la enfermedad. Sus palabras oficiales fueron:
| Escucha Freddie Mercury en Amazon Music Unlimited (ad) | |
“Me pareció correcto mantener esta información privada hasta la fecha para proteger la privacidad de quienes me rodean. Sin embargo, ha llegado el momento de que mis amigos y seguidores de todo el mundo sepan la verdad y espero que todos se unan a mis médicos ya todos los de todo el mundo en la lucha contra esta terrible enfermedad”.
Freddie Mercury murió al día siguiente. Tenía 45 años. Más o menos se sabía y que Freddie quiso morirse y dejar de tomar las pastillas que recibía de los Estados Unidos en su lucha contra el SIDA.
Decía que no le hacían nada y que prefería morir a pasarlo mal o muy mal, a tener una larga agonía. La medicación especial la recibía vía del desaparecido Concorde, en ciertos días.
Se sabe también que el guitarrista Brian May quiso suicidarse tras la muerte de su “cantante”, coincidiendo también con la muerte de su padre. Logró recuperarse gracias a una estancia en una Clínica de Arizona, mitad clínica, universidad, granja y manicomio.
Con un sólo día de antelación anunciando su Sida, Freddie Mercury se convirió en culpable. Por culpa de su religión, por culpa de no querer dar un escandalo a su familia, porque escondió su enfermedad y taponó el progreso en la cura de la enfermedad, a pesar de que se quiere paliar ahora con la Mercury Phoenix Trust en su lucha contra el Sida.
Sé que esto sienta mal a los fans de Mercury, pero es la triste realidad. Algún día revelaremos una conversación en Tenerife con Freddie Mercury. Ahora, no. Ahora no es el momento.