Con Roger Waters hace tiempo, bastante tiempo, que la música pasó absolutamente a un segundo plano. A eso le ha llevado su show, polémico y ofensivo para muchos, a postergar lo verdaderamente importante, que es la música, porque él no es un político, como tampoco lo es Bono de U2, aunque en su particular “ego trip” quiera erigirse en una figura por encima de lo musical. Es un artista, músico y entertainer metido en camisa de once varas.
Roger Waters: recomendaciones
Las luchas y cuitas de Waters siguen y seguirán, ahora el Departamento de Estado de EE. UU. ha criticado al cofundador de Pink Floyd por su reciente espectáculo en Berlín, describiéndolo como “profundamente ofensivo para el pueblo judío”.
El mes pasado, Waters apareció en el escenario de su espectáculo con una gabardina negra con un emblema parecido a una esvástica durante un segmento que giraba en torno a un personaje de ‘The Wall’ de Pink Floyd, que se imagina a sí mismo como un dictador fascista durante una alucinación.
El músico afirmó que el segmento era una declaración contra el fascismo, la injusticia y la intolerancia y calificó las críticas de “falsas y políticamente motivadas”.
La enviada especial de EE. UU. para monitorear y combatir el antisemitismo, Deborah Lipstadt, calificó el concierto de “distorsión del Holocausto” y amplificó un tuit denunciando a Waters por parte del coordinador de la Comisión Europea para combatir el antisemitismo.
Según Reuters, el Departamento de Estado apoyó el comentario de Lipstadt y agregó que el concierto de Waters en Berlín “contenía imágenes profundamente ofensivas para el pueblo judío y minimizaba el Holocausto”, en un correo electrónico.
El departamento agregó: “El artista en cuestión tiene un largo historial de uso de tropos antisemitas para denigrar al pueblo judío”.
Waters insiste una y otra vez que no tiene nada en contra de los judíos, pero si contra el Estado de Israel.
I wholeheartedly concur with @EUAntisemitism’s condemnation of Roger Waters and his despicable Holocaust distortion. https://t.co/9gfdH94TZl
— Ambassador Deborah Lipstadt (@StateSEAS) May 25, 2023
Waters se ha enfrentado a una reacción violenta significativa después del espectáculo en Berlín. Durante un concierto el 31 de mayo en Birmingham, despotricó sobre lo “enojado” que estaba por “las tonterías del antisemitismo” acontecidas el último mes y afirmó que los críticos están tratando de echarlo abajo “como hicieron con Jeremy Corbyn y Julian Assange”.
Continuó llamando “gilipollas” al parlamentario de Bury South, Christian Wakeford, quien ha presionado a muchos locales para que bloqueen sus shows. Y el músico procedió a atacar a periódicos británicos como The Times y The Daily Mail, declarando:
“¡No seré cancelado! Especialmente cuando todo son mentiras. ¡Me estoy defendiendo, señor Telegraph!”.