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Ayer, Día de Acción de Gracias en los Estados Unidos, antes de que diese comienzo el partido de fútbol que enfrentaba a los Detroit Lions y los Minnesota Vikings en el Ford Field de Detroit, la legendaria Aretha Franklin , una de las mejores voces de la historia, se sentó al piano para interpretar el himno nacional “Star-Spangled Banner”.
Aretha ya la cantó en otras muchas ocasiones, pero esta vez hizo una versión muy personal de 4 minutos y 35 segundos que ha causado polémica porque a muchos – a los más impacientes y a algunos duros de oído- no les ha gustado nada por ser demasiado larga, aunque otros la han alabado.
La cantante de 74 años – bien abrigada, con abrigo, bufanda y gorrito de lana- acompañada de un organista, ofreció una versión más larga de lo habitual, de tintes gospel, muy particular, estirando las frases. Quizá la versión más profunda y sentida que se haya podido escuchar del himno norteamericano, casi suplicante (abajo vídeo).
Los jugadores la siguieron serios y atentos, y al final indiscutiblemente la jalearon.
Pero las quejas en las redes sociales comenzaron (algunas con gracia).
Una versión poco funcional para un evento deportivo. La rapidez del mundo moderno sugiere “despachar” esta parte rápido y que empiece a toda prisa el partido.
Pero Aretha estaba allí para hacerlo lo mejor posible y en lo musical dotó al evento de un vuelo brillante y vibrante.