UN ARTICULO DE NACHO ARTIME
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Uno se creía que el glorioso e influyente New York Times era el mejor periódico del mundo. Y el mas respetado. Pero a partir de ahora, lo pongo en cuarentena.
Voz democrática y de la exquisita parcialidad, sonaba a ser un diario europeo, algo similar a Le Monde. Bueno, en USA ser de izquierdas es siempre relativo. Dejémoslo en “progre” para diferenciarlo de los tabloides, tanto americanos como ingleses, que viven de cara al peor periodismo: el amarillo.
Por eso me quedo CON “like a rolling stone” cuando al bucear por sus blogs, siempre tan interesantes y cultos, me tropiezo de bruces con uno de sus periodistas estrella que sabe mucho de artes y literatura. Se llama Anna North y el título es todo un desafío: “Por que Bob Dylan no debería haber ganado el Nobel”.
O una provocación. ¿Cómo dice?
Y partiendo de esa peregrina idea empieza a tejer una sarta de idioteces en contra de la falta de talento literario del maravilloso Dylan, que no se ni como se lo han publicado en esas antas páginas. O en las pasajeras , on line.
Nos cuenta esta desnortada que no duda del talento como músico y “cancionero” del artista, pero que están muy bien sus premios Grammy a toda una carrera y sus exposiciones en los museos del Hall Fame y del rock and roll. Pero jamás un premio tan importante para las letras mundiales , al privar a un verdadero escritor de tan preciado honor que no hace sino dimensionar su carrera literaria en unos momentos en que apenas si se lee.
De piedra. Haber. Por este peregrino embudo, está negando el talento a todos los poetas o dramaturgos, puesto que el formato también es otro y bien diferente, que al ser premiados le abrieron las puertas del mundo.
¿Neruda no se merece un Nobel, ni nuestros Vicente Aleixandre, o Juan Ramón Jimenez o incluso Jacinto Benavente? ¿De que narices me están hablando? ¿Es ilegible leer teatro?¿ Es imposible perder la emoción por el mero hecho de que no te lo cuenten en voz alta?
Se está descubriendo ahora que los grandes trágicos griegos también eran músicos- no lo dudo dada su genialidad- y que ellos mismos se escribían las canciones de esas tragedias y comedias que han traspasado el tiempo y que son joyas para la historia de la literatura.
Según la teoría de esta exquisita sectaria, jamás ganarían un Nobel y sus trabajos no llegarían aun a conmovernos ni a reírnos de la vida y de nosotros mismos.
Lo que hace Dylan, lo que hizo, es literatura en estado puro. Y gracias a Dios tiene el talento para que la música y su especial voz hagan que el mensaje sea mas creíble, mas directo, mas que entre por los poros. Y en el asombro de esos versos que nacieron en los 60 y nos dejaron con la boca tan abierta que aun nos asombra un verso suelto, no hay mas truco que aprenderlos de memoria y disfrutarlos en toda su dificultad.
¿Cómo que esto no es literatura?
Otra cosa, no se si mas discutible, es el Dylan personaje. Es como es y vale. Los premios Príncipe de Asturias ya se adelantaron a los Nobel en el 2007 y rompieron esa barrera entre las artes, la poesía, la literatura y la música. Dylan ni dio las gracias y por supuesto pasó de venir a recogerlo.
Tuvo la santa cara de pedir la estatuilla de Miró del premio y los 50.000 €. Judío hasta la muerte, por mucho que se nos haga católico. Por suerte, una cláusula de los premios aclara miridianamente que si no se viene a recogerlo, adiós y gracias estrella.
Ahora tiene toda la pinta de que va a hacer lo mismo. Da igual. Ni aunque Leonard Cohen le diga que se premió al Everest. Cohen si vino a Oviedo a recoger su “Príncipe” y nos ofreció un excelente discurso. Pero está a muchas millas de haber sido Dylan.
En cualquier caso, tampoco sería el primero en rechazar un Nobel. Jean Paul Sartre, fiel a si mismo hasta la muerte, se negó a recogerlo en el 64 con el consiguiente escándalo. Pero entonces no había redes ni twits y no trascendían tanto estos feos. Ya se sabe lo de Andy Warhol: todos quieren su minuto de gloria.
No se me ocurre mayor castigo para despedirme de este acto de inepcia que volver a la fuente original. Una de sus mejores poesías escrita hace 50 años, parece haber salido del tintero ayer mismo. Dice así.
“Vamos, madres y padres de toda la tierra
Y no critiquéis lo que no podéis entender
Porque los tiempos están cambiando”
Y tanto, Dylan. Y tanto.
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Para merecer un novel, lo mínimo es dar las gracias, en lugar de jugar arrogantemente al escondite.