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Tal día como hoy, pero del año 1972 Don McLean llegaba al número uno en medio mundo. Ahora asegura que no entendió completamente el éxito de su canción “American Pie“, pero dijo que podría deberse al hecho de que es en parte una canción infantil(?) .
Ha dejado a la gente del mundo de la música perplejos.
Todos pensábamos , porque lo había dicho mil veces, que la canción se refería al accidente aéreo de 1959 , que mató a Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Bopper, la tragedia se conoció como “el día en que murió la música”
McLean dijo que su principal inspiración fue otro momento impactante que tuvo lugar cuatro años después .
El presentador Dan Rather le había preguntado por si la canción se había convertido en un “punto de inflamación cultural” sobre “lo que se percibió como “el declive de Estados Unidos”.
Y respondió Don:
“Bueno, se estaba viendo eso.Para mí, cuando el presidente Kennedy fue asesinado, todas las apuestas estaban marcadas. Fue un suceso mucho más grande que el 11 de septiembre, que fue un gran acontecimiento . El asesinato fue el comienzo de la duda de los estadounidenses sobre lo que creían y quiénes eran. Eso fue algo terrible “.
Por supuesto , a Don McClean le gustaba la última canción de Dylan sobre el asesinato de Kennedy. Pero es algo para mayores de 70 años, porque la gente joven americana tan aturdida ni recuerda algo que pasó en 1963.
Argumentó que una “filosofía de todo vale” se había establecido a lo largo de los años, hasta el punto de los Estados Unidos vivía en un estado de “decadencia” en la actualidad. ”
Y asegura:
“Soy un tipo un poco loco. Puedo ser cien personas diferentes, pero me gusta la cortesía “.
McLean no pudo proporcionar una respuesta directa cuando se le solicitó que explicara la continuación de la canción en los últimos 50 años.
“No lo sé. Hay tantos aspectos.Verás diferentes partes de él son usadas por todas las partes. La gente lo usa para parodias, los niños lo cantan, los niños crecen con él porque en cierto nivel es una canción infantil”.
Y reflexionaba :
“Es una de estas canciones populares míticas. Se ha convertido en algo clásico. La poesía es un poco oscura, pero no es completamente irreconocible. Es bastante comprensible. Está destinada a ser lo que que es , porque realmente es un sueño”.
Y no habló de la deficiente versión de Madonna, que politizó mucho el sentido de la canción. Vamos, de canción para niños, nada.
Y la letra en español:
Hace mucho, mucho tiempo…
todavía recuerdo
como la música solía hacerme sonreír.
Y se que si tuviese mi oportunidad
podría hacer bailar a esa gente.
Y, quizás, serían felices un rato.
Pero febrero me hizo estremecer
con cada periódico que repartía.
Malas noticias en el quicio de la puerta,
no podía dar ni un paso más.
No puedo recordar si lloré
cuando leí acerca de esta novia viuda,
pero algo me tocó muy hondo
el día en que la música murió.
Así que adiós, Doña Tarta Americana,
conduje mi Chevrolet hasta el dique,
pero el dique estaba seco.
Y los buenos muchachos de siempre bebían qüisqui y centeno
cantando “Este es el día en el que muero.
Este es el día en que muero”.
¿Escribiste el libro del amor,
y tienes fe en Dios en el cielo,
si la Biblia te lo dice?
¿Crees en el rock’n’roll,
puedes salvar tu alma mortal
y enseñarme como bailar muy lentamente?
Bueno, se que estás enamorada de él,
porque te vi bailando en el gimnasio.
Los dos os sacásteis los zapatos de una patada.
Oh, como me gusta ese rhythm and blues.
Era un adolescente solitario montando a pelo,
con un clavel rosa y una camiponeta,
pero supe que me había quedado sin suerte
el día que la música murió.
Empecé a cantar,
“Adiós, Doña Tarta Americana,
conduje mi Chevrolet hasta el dique,
pero el dique estaba seco.
Y los buenos muchachos de siempre bebían qüisqui y centeno
cantando “Este es el día en el que muero.
Este es el día en que muero”
Ahora hemos estado solos diez años
y el moho crece lustroso sobre la piedra que rueda,
pero no es así como solía ser.
Cuando el buifón cantaba para la reina y el rey,
en la gabardina que le cogió prestada a James Dean
con una voz que venía de ti y de mi.
Oh, y mientra el rey miraba hacia abajo
el bufón robo su corona espinosa.
Se convocó al tribunal,
pero no se emitió ningún veredicto.
Y mientas Lennon leía un libro de Marx
el cuarteto practicaba en el parque,
y cantábamos elegías en la oscuridad
el día que la música murió.
Estabamos cantando,
“Adiós, Doña Tarta Americana,
conduje mi Chevrolet hasta el dique,
pero el dique estaba seco.
Y los buenos muchachos de siempre bebían qüisqui y centeno
cantando “Este es el día en el que muero.
Este es el día en que muero”
A trompicones en el bochorno veraniego.
Las aves volaron a un refugio nuclear,
a ocho millas de altura y cayendo velozmente.
Cayó de mala manera sobre el césped
los jugadores intentaron hacer un pase frontal,
con el bufón en los laterales, con una escayola.
Ahora, el aire del descanso era dulce perfume
mientras los sargentos tocaban una marcha.
Todos nos levantamos para bailar,
¡Pero nunca tuvimos la ocasión!
Porque los jugadores intentaron tomar el campo,
la banda al paso rehusó ceder terreno.
¿Recuerdas lo que se reveló
el día que la música murió?
Empezamos a cantar
“Adiós, Doña Tarta Americana,
conduje mi Chevrolet hasta el dique,
pero el dique estaba seco.
Y los buenos muchachos de siempre bebían qüisqui y centeno
cantando “Este es el día en el que muero.
Este es el día en que muero”.
Oh, y ahí estaban todos en el mismo sitio,
una generación perdida en el espacio
sin tiempo para empezar de nuevo.
Así que vamos: ¡Jack, se ligero!¡Jack, se rápido!
Jack se sentó rápidamente en un candelabro
porque el fuego es el único amigo del diablo.
Oh, y mientras lo miraba sobre el escenario
mis manos estaban contraídas en puños rabiosos.
Ningún ángel nacido en el infierno
podía romper aquel hechizo de Satanás.
Y mientras las llamas se alzaban en la noche,
para iluminar el rito del sacrificio
vi a Satanás riendo complacido
el día que la música murió.
Estaba cantando
“Adiós, Doña Tarta Americana,
conduje mi Chevrolet hasta el dique,
pero el dique estaba seco.
Y los buenos muchachos de siempre bebían qüisqui y centeno
cantando “Este es el día en el que muero.
Este es el día en que muero”.
Conocía una chica que cantaba el blues
y le pedí alguna noticia alegre.
Tan solo sonrió y se fue.
Me fui a la tienda sagrada
donde había oído la música años atrás,
pero el hombre dijo que la música no sonaría.
Y en las calles, los niños gritaban,
los amantes lloraban y los poetas soñaban.
Pero no se dijo ni una palabra,
todas las campanas de la iglesia estaban rotas.
Y los tres hombres que admiro más:
el padre, el hijo y el espíritu santo
cogieron el último tren hacia la costa
el día que la música murió.
Y cantaban:
“Adiós, Doña Tarta Americana,
conduje mi Chevrolet hasta el dique,
pero el dique estaba seco.
Y los buenos muchachos de siempre bebían qüisqui y centeno
cantando “Este es el día en el que muero.
Este es el día en que muero”.
Cantaban:
“Adiós, Doña Tarta Americana,
conduje mi Chevrolet hasta el dique,
pero el dique estaba seco.
Y los buenos muchachos de siempre bebían qüisqui y centeno
cantando “Este es el día en el que muero”