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Fue en 1989 a finales de la gira de los Rolling Stones de “Steel Wheels”, la noche en que el rockero Keith Richards amenazó con un cuchillo al multimillonario Donald Trump.
Michael Cohl, un ex promotor de eventos, ha contado el incidente entre ambos a la web Salon.
Los Stones culminaban su gira de 1989 con un concierto en el Boardwalk Hall in Atlantic City que fue desafortunadamente esponsorizado y presentado por el Trump Plaza Hotel and Casino.
La cosa es que Trump estaba en el backstage viendo a los Rolling Stones cuando había sido advertido de que se mantuviera alejado de sus conciertos. La banda expresó con claridad que no querían asociarse con él y negoció un contrato basado en esos términos con el empresario.
“Por desgracia, la única persona con la que podía llegar a un acuerdo respecto a la tarifa del sitio que necesitábamos y con la que trabajar era Donald Trump. Tenía momentos del tipo: “¡Oh Dios! ¿Cómo voy a hacer esto?”, explica Cohl.
“Y yo abría mi bocaza en las reuniones a las que iban los Rolling Stones. Decían: ‘Todo esto está muy bien, pero no vamos a asociarnos con Donald Trump. En absoluto. Que te den”. Y yo decía: “¡Voy a controlar a Donald Trump! ¡No os preocupéis!’.”
Una situación, la verdad, un tanto cómica por el paradójico combinado Trump – Stones.
Sin embargo Cohl y los Stones se encontraron con que después del concierto Trump estaba dando una conferencia de prensa ¡en los camerinos de los Stones!
Cohl le dijo:
“Vamos, Donald, ¿qué estás haciendo? A) Nos prometiste que ni siquiera estarías aquí y, B) prometiste que nunca harías esto”. Y él dijo: ‘¡Pero rogaron que subiera, Michael! ¡Ellos me pidieron que subiera!’. Le dije: “Ya basta. Para. Esto podría ser una locura. Haz lo que dijiste que harías. No hagas de ti un mentiroso”.
Entonces Keith Richards, un poco harto ya de la historieta de Trump, sacó su cuchillo y lo tiró sobre la mesa, diciendo:” ¿Para qué demonios te tengo? ¿Tengo que ir ahí y echarlo yo mismo? Uno de nosotros va a abandonar el edificio, ya sea él o nosotros”.
Cohl explica que entonces Trump salió de la habitación con “tres matones envueltos en gabardinas, dos de los cuales se estaban poniendo los guantes, mientras el tercero se ponía puños americanos”.
Cohl respondió llamando al cuerpo de seguridad de la banda, que en un momento presentó a 40 miembros con llantas de neumático, palos de hockey y destornilladores.
Rock and roll y política: una combinación explosiva.