Madonna: recomendaciones
A comienzos de marzo del año 1991, Madonna recibió un recado de la poderosa Warner Brothers. La canción “Sooner or later” de Stephen Sondheim, que la diva había cantado en su disco “I´m Breathless” podía ganar el Oscar a la mejor canción.
El endeble tema tan al gusto del “lobby” de Hollywood, aparecía en la película “Dick Tracy”, ese engendro de cinta que se le había ocurrido al reciente amante de Madonna, Warren Beatty, en una de sus peores ideas cinematográficas. Incluso Madonna había cantado el tema en español, con el título de “Tarde o Temprano” y letra en castellano de Rubén Blades.
La canción le importaba un pito y, francamente, ni le gustaba. Para vender aquel álbum donde aparecía “Sooner or later” tuvo que incorporar con urgencia “Vogue”, que a la postre es mi canción favorita de Madonna de todos los tiempos. Pero, amigo, la cadena ABC le había pedido a la Warner que Madonna la interpretara en la ceremonia de los Oscars del próximo 26 de marzo. Y eso no sólo excitaba a Madonna, sino que además le daba una enorme cobertura para pedirle más dinero a la Warner, en la próxima renovación de su contrato.
MARILYN MADONNA
No fue difícil para su imaginación convertirse en Marilyn Monroe para su actuación y defensa del tema en la ceremonia de los Oscars. Su última gira se había llamado “La Ambición Rubia”. Además, no era la primera vez que imitaba a la Monroe. Madonna constantemente se sentía obsesionada con la imagen de uno de los mayores iconos de Hollywood. En su álbum, “Like a Virgin”, en el tema “Material Girl”, había fusilado prácticamente la aparición de Marilyn Monroe con el tema “Diamonds Are a Girl’s Best Friend”, en su fantástica película “Los caballeros las prefieren rubias” del año 1953.
Así que en la gala, volvió a imitar a Marilyn con aquella perversa canción y aquel vestido blanco, con gran escote, con estola blanca de piel y diamantes. Pero le faltaba su pareja para acudir a los Oscars. Madonna utilizó su sentido escandaloso del espectáculo, con su prosaico sentido sensacionalista de directora de cualquier tabloide amarillo de Flete Street de Londres. Siempre se dijo que Madonna hubiera podido ser la perfecta directora que el magnate Murdoch soñaba para el ahora difunto “News of the World”.
En realidad, pensó en primer lugar como acompañante en su ex-amante Warren Beatty , pero desde que el actor la amenazó con llevarla a los tribunales por el trato recibido en la película “En la cama con Madonna”, odiaba a Beatty y, además, “Dick Tracy” le parecía una solemne porquería. Tampoco le convencía la posibilidad de utilizar a su último amante, Tony Ward. Madonna acababa de tener un aborto por su relación con Ward.
SU NOVIO MICHAEL
Pero la opción perfecta la tenía muy cerca, más cerca de lo que ella se pensaba. Su nuevo director de operaciones, su manager y su consejero no era otro que Freddy DeMann, el ejecutivo que acababa de dejar los negocios de Michael Jackson. A Madonna le parecía incluso una idea perversa y maravillosa. Sería increíble convencer a Michael Jackson de que fuera su acompañante en la noche más grande del cine. En aquellos días, a Michael sólo se le veía con niños.
El manager Freddy sólo necesitó exactamente tres llamadas para convencer al “rey del pop”. La cita para organizar los preparativos y la estrategia se concretó exactamente para el día 18 de marzo, con una cena en el restaurante Ivy, en el Robertson Bouoleward, en Beverly Hills.
Para romper el hielo, Madonna decidió recoger a Michael Jackson. Incluso llegaron a pelearse por quien debía conducír. Finalmente, Michael cedió y fue Madonna quien le llevo al Ivy.
Desde un primer momento, Madonna ejerció el papel de “dominatrix”, como si quisiera llevar aquella incipiente relación hacia un terreno de “sadomasoquismo”. Así que a las primera frases de conversación, Madonna extendió el brazo y le quitó a Michael las gafas negras que llevaba puestas. Incluso las lanzó al otro lado del salón y se quedaron rotas. Madonna le llegó a decir:
”Ahora eres realmente mi hombre, porque puedo verte tus ojos”.
Michael Jackson no daba crédito.
Pero el momento más crítico para la moralidad un tanto hipócrita de Michael fue cuando unos veinte minutos después de iniciada la cena, Madonna sorprendió a Michael mirándola ensimismadamente el gran escote que llevaba la cantante. Con su típica sonrisa lasciva, la misma que habíamos visto en su película “En la cama… “ , Madonna le cogió la mano derecha a Michael y se la metió entre las tetas, ante la incredibilidad de Michael, que ya estaba incluso molesto con la situación. Madonna le preguntó:
”¿Que te parecen mis tetas”?
Michael retiró la manó del escote bruscamente. Madonna no paraba de reírse.
DIAMANTES PARA LA ETERNIDAD
Poco después, Madonna dejó caer un trozo de pan dentro de su escote. A continuación, lo rescató y se lo comió lascivamente. Se dice que la”reina del pop” quiso llevarse a Michael aquella misma noche a un club de “travestís” para ver como reaccionaba. Pero no está documentada esa posible visita al paraíso “gay” de Hollywood.
La siguiente aparición pública de la pareja fue justo en la propia ceremonia de los Oscars. Madonna se puso aquel famoso traje blanco escotado del modisto Rob Mackie. Lucía además joyas por valor de 20 millones de dólares , prestadas por Harry Winston. A su lado, como su pareja, un espectacular Michael Jackson con su aparatoso traje blanco de lentejuelas, a juego con un enorme broche de diamantes, guantes y botas de “cowboy” con las puntas de oro auténtico. Estuvieron juntos durante toda la ceremonia, menos cuando Madonna apareció de Marilyn para interpretar la dichosa canción “Sooner o later”. Michael le dio suerte, porque el tema ganó el Oscar, aunque Madonna no le correspondía recogerlo. Los fastos fueron para Stephen Sondheim, el autor. Madonna y Michael acudieron después a la fiesta más pomposa e importante tras los Oscars. Como era costumbre, se celebraba en el ahora desaparecido restaurante Spago, en Sunset Boulevard, casi enfrente de la tienda de discos Tower Records. . Fueron la sensación para todos los invitados. Pero, de repente, Madonna vio a Warren Beatty y se fue directamente hacia él, pese a que el actor estaba con Stephanie Seymour, su pareja en esos momentos. Había que ver la cara y los gestos de sorpresa de Michael Jackson cuando le dejó sólo en aquella fiesta en la que muchos ojos estaban clavados con su figura.
Afortunadamente para el “rey del pop”, “Dirty Diana”, es decir su mentora Diana Ross, salió al rescate y se acercó al cantante. Para más ridículo, Madonna a la vista de Michael, mordisqueaba la oreja de Warren, le besaba el cuello y le pegaba las tetas como si fueran pegamento. Madonna dijo semanas más tarde que sólo quería darle celos a Michael con su antigua pareja, pero que Michael le parecía muy blando y ni siquiera se acercó a rescatarla. Diana Ross le hizo decir a Michael que Madonna “era una hortera”, Michael desapareció de la fiesta del Spago y se fue definitivamente a su Neverland, en Los Olivos.
ELLA DE HOMBRE Y EL, DE MUJER
Hay pruebas de que Madonna llamaba diariamente a Michael, a pesar del desencuentro tras los Oscars. Según Madonna le hablaba constantemente de sexo y de amores. Para Michael eran conversaciones sucias y poco artísticas.
Freddy De Mann cuenta que Michael y Madonna se vieron entre cuatro o cinco veces durante el mes de abril. Michael estaba obsesionado con los vídeos y quería que Madonna apareciera en uno de ellos, en una de las canciones del nuevo disco que estaba terminando, al que le había puesto el nombre de “Dangerous”, el primero que había grabado sin Quincy Jones.
Al parecer, Madonna escuchó la mayoría de las canciones de “Dangerous” que no aparecerían hasta el mes de noviembre. Constantemente le decía o le exigía a Michael:
“Mira, si vamos a hacer juntos algo, no quiero una de tus puñeteras canciones tontas de amor. Tiene que ser algo provocativo. Algo escandaloso. De otra forma, no haré nada contigo”.
Madonna seguía de “dominatrix” con Michael y aceptó algo que fuera absolutamente indecente. Así que le puso la canción “In the Closet”(“En el armario”), que casi estaba terminada. Madonna le dijo que en unos días le llamaría para decirle como se podía producir la canción y el vídeo.
Cuando volvió a llamar Madonna y le contó a Michael lo que había pensado, el “rey del pop” empezó a sudar y a tener temblores. Madonna había decidido que para lograr el escándalo en el vídeo, ambos tendrían que salir del armario, pero ella vestida de hombre y él, el mismísimo Michael Jackson, vestido de mujer. Michael dijo que necesitaba algún tiempo para pensárselo. Consultó con su hermana Janet y le dijo que aceptara las condiciones de Madonna, porque nadie esperaría algo así de Michael. Sería una forma de burlarse de la propia Madonna. Finalmente, ni con el consejo de Janet, Michael aceptó. Ni siquiera volvió a llamarla para decirle que no aceptaba disfrazarse de mujer, casi de puta, como le había sugerido Madonna.
Finalmente, el cantante decidió que la parte de Madonna en “In The Closet” la cantara la Princesa Estefanía de Mónaco, que hacía unos años había tenido un relativo éxito con el tema “Ouragan”. En los créditos de “Dangerous” apareció con el nombre de “Mystery Girl”, aunque en el vídeo, finalmente, apareció y cantó su parte la modelo Naomi Campbell, tal como había sugerido el realizador del vídeo, el fotógrafo de moda Herb Ritts. Y, no, no fue una gran escándalo como hubiera querido Madonna.
LOS PAÑALES DEL NIÑO
Mas de un año después, Joaquin Luqui y uno mismo entrevistamos a Madonna en Milán, ante la publicación de su nuevo disco, llamado “Erótica”. Nos contó que su relación con Michael había sido cariñosa, pero que Michael era como un niño y no quería a su edad preocuparse de quitar y limpiar pañales. También nos contó como incluso le mandó a Michael a su dos bailarines José y Luis, de origen hispano, para que le ayudaran a salir del “armario” a Michael. Sin embargo, reconoció que nunca consiguió lo que quería de Michael. Jamás pudo llevarle a su cama, como había hecho con mucho otros. En su opinión, Michael Jackson jamás actuó con ella como un ser humano, como una persona normal.
Estoy casi seguro de que en su canción “Erotica”, Madonna hablaba de aquel Michael. Esto es lo que cantaba:
Seré tu ama esta noche
Me gustaría ponerte en trance
Si te tomo por atrás
Entraré en tu mente
Cuando menos te lo esperes
Tratarás y y lo rechazarás
Si estoy a cargo y te trato como a un niño
Te volverás salvaje
Deja que tu boca vaya donde quiere
Ríndete, haz lo que digo
Ríndete y déjame hacerlo a mi manera