En homenaje a Gilbert O ‘ Sullivan , que hoy cumple 74 años.
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Solo hay unas pocas, una especiales canciones que hacen llorar , en todo el sentido de la palabra. Es “la felicidad dentro mis lágrimas” como escribía maravillosamente Stevie Wonder.
Esta es la primera historia, un personaje quizá apartado del mundanal ruido actual, pero un músico y letrista con un alma muy especial.
La canción elegida es “Nothing Rhymed “ del cantautor irlandés Gilbert O’Sullivan , escrita y grabada en 1970.
Fue lanzada en octubre de 1970. Alcanzó sólo el número 8 en la lista inglesa. Y fue s su primer single de éxito en el Reino Unido.
Gilbert me contó que todo surgió de ver una película de niños hambrientos en África por televisión . Le sugirió incluso la melodía melancólica.
Eso cuadra con la historia del “Mister Hambre”, Bob Geldof, otro irlandés, pero con mucho menos talento ,que copió la idea O Sullivan, al que conocía perfectamente para escribir su canción chollo de Navidad.
Nada menos 14 años antes, Raymond O’Sullivan (Gilbert) se había inspirado en el mismo tipo de historia.
Ray nació en Waterford, Irlanda, en diciembre de 1946 y cuando tenía siete años, la familia se mudó a Battersea, al sur de Londres, pero tampoco se quedaron allí mucho tiempo, al año siguiente se mudaron nuevamente, esta vez a Swindon.
Asistió a Swindon Art College y fue brevemente miembro de Rick’s Blues, donde tocaba la batería. El Rick era Rick Davies, quien le enseñó a Ray a tocar los teclados y batería .Rick luego formó Supertramp.
Tres años después, Stephen Shane lo firmó como compositor, Shane sugirió que cambiara su primer nombre a Gilbert como un juego basado en palabras sobre los compositores de ópera Gilbert y Sullivan.
Lanzó dos singles, Disappear y What Can I Do?, dos fracasos. Desesperado, envió material de demostración al manager de Tom Jones y Engelbert Humperdinck, Gordon Mills, a quien le gustaron las canciones.
Gordon lo firmó para su propio sello discográfico MAM. Firmó dos artistas al mismo tiempo; Dave Edmunds y Gilbert . En noviembre de 1970, Dave obtuvo el número uno con I Hear You Knocking y unas semanas después Gilbert tuvo un éxito con la inconmensurable Nothing Rhymed.
Cuando Gordon era su manager Gilbert “no había escrito Nothing Rhymed “pero, instalados en el estudio a finales del ’69 o principios de ’70, en una sesión mágica se grabó su nueva canción “Nothing Rhymed”
Gilbert explicó en una entrevista cómo llegó a escribir la canción.
“Me inspiró en la primera vez que se mostraban niños hambrientos en la televisión y realmente resonaron en mi mente todas aquellas imágenes. Sólo escribo sobre lo que leo en el periódico y lo que veo en la televisión. Soy un buen observador, por lo que incorporo todo tipo de cosas que veo a mi alrededor, lo que me gusta porque significa que no solo me quedo con el tema. Y canciones como Nothing Rhymed tratan sobre el tipo de cosas que a menudo lees, sobre el horror y la violencia que ocurre en el mundo, el hambre, esos temas son las cosas cotidianas que a menudo me interesan como letrista.”
Mills sugirió que Nothing Rhymed debería ser el single debut y fue lanzado la última semana de octubre de 1970. Una vez más el musicazo que es Herbie Flowers, como había hecho con Lou Reed y Mick Ronson en “Walk on the wild side” fue decisivo en la canción, como recuerda Gilbert:
“De todas formas, siempre habría estado tan feliz de haber hecho un disco del que estaba realmente orgulloso y de haber tenido esa encantadora introducción de bajo de Herbie Flowers . Herbie hace ese BOOM al comienzo de canción y la persigió todo el tema “.
El historiador del pop Paul Gambaccini describió la canción como “una de las grandes canciones de todos los tiempos” . Paul Weller asumió que “Nothing Rhymed” y ” Alone Again (Naturally) “ son sus dos canciones favoritas, excelentes letras, excelentes canciones”.
Pero a Gilbert , como a otros, también le robó el manager “, su descrubridor” .No hizo nada cinco años a mediados de los setenta para tratar asuntos legales relacionados con regalías que nunca recibió de Gordon Mills, que finalmente se resolvió en 1982 con un tribunal que le otorgó a Gilbert 7 millones de libras esterlinas por daños y perjuicios . Pero el daño ya estaba hecho.