Lo primero que hay que decir es que el primer tema, la canción de presentación de “13”, el nuevo album de Black Sabbath, se llama ‘God is Dead?’, un título algo más que previsible con Ozzy Osbourne de letrista.
Ozzy Osbourne mete los mismos típicos y tópicos de sus letras. En esencia es una cacafonía, una repetición de sus existencia.
Pero Black Sabbath han mejorado mucho en sonido, el riff de guitarra con arpegio de Tommy, el sonido, el sonido. Pero, que diantres, es como si Rick Rubin les hubiera convertido en los Red Hot Chili Peppers. Es el mismo sonido, por favor.
Sólo al final de la canción, ‘God is Dead?’ se convierte en una canción de Black Sabbath con el ritmo a doble tiempo, como siempre.
El sonido de Rick Rubin no es el sonido de Black Sabbath. Ellos lo saben, pero se dejan. Hay mucho dinero de por medio. Pero como decía aquel, nunca segundas partes fueran agraciadas.
Esperemos que “13″ no sólo sea un remedo de uno de los últimos albumes de Red Hot Chili Peppers.