Bill Ward, histórico baterista de Black Sabbath, ha recordado en una entrevista uno de sus “mayores arrepentimientos” en relación con su vida en la famosa banda de heavy metal, y ha reflexionado sobre su lucha contra el alcohol.
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En una larga conversación con la revista Metal Hammer, el músico ha asegurado que tiene una “actitud de gratitud hacia su pasado” y que se siente ahora una persona mucho más equilibrada que cuando tenía “20, 30 o incluso 40 años”.
Y ha rememorado su mayor arrepentimiento en la época Black Sabbath:
“Uno de mis mayores arrepentimientos fue que vendí una hermosa casa, porque necesitábamos recaudar dinero para hacer el álbum “Heaven And Hell” [de 1980]”.
“Conseguir una casa grande y una granja después de crecer en Aston fue algo muy importante. Pero la banda estaba antes que todo lo demás, y necesitábamos dinero en ese momento para pasar a lo siguiente”.
A pesar de todos los problemas de los últimos años con sus ex compañeros de banda Ozzy Osbourne, Tony Iommi y Geezer Butler, Ward mira atrás sin ira. Asegura que no le quedan sentimientos negativos por los desacuerdos que le prohibieron tocar en el último álbum “13”, o participar en la gira de despedida posterior.
“Me encanta lo que hicimos en Black Sabbath. Asumimos riesgos: nos atrevimos a alejarnos de nuestro material de slamming y tocar partes acústicas. Luego podíamos haber seguido eso con ‘Symptom Of The Universe’, pero en ese entonces siempre nos estábamos estirando más”.
El músico piensa que el grupo “hizo lo que tenía que hacer para crecer”.
“Technical Ecstasy’ fue un gran álbum porque no insistimos en ser lo que habíamos sido en los primeros tres álbumes”.
“No habíamos dejado de hacer giras y seguimos haciendo discos: pusimos todo lo que teníamos en ese momento en cualquier disco en el que trabajásemos. Pensé que ‘The Gypsy’ era increíble y que ‘Back Street Kids’ también tenía un ritmo fantástico”.
En ese y en el siguiente “Never Say Die!”, Ward incluso cantó en un par de temas, “It´s Allright” y “Swinging In the Chain”.
Mirando hacia atrás sobre cómo la adicción al alcohol afectó su vida, Ward dijo:
“En 1984 lo había perdido todo, ni siquiera tenía pantalones. ¡Estaba usando los de otra persona! Me arrastré fuera de un callejón después de un fuerte abuso de alcohol y me di cuenta de que me estaba suicidando. Se convirtió en reconstruirme y fortalecer mi cuerpo. Un par de años después dejé de comer carne, punto”.
“Había mucho trabajo duro por hacer, pero una de las mejores cosas fue poder hacer el álbum “Reunion”. Pensé que parte de mi vida se había ido y estaba muy triste por eso, así que volver y patear traseros realmente es lo que había que hacer”.
Bill Ward concluyó la entrevista compartiendo sus pensamientos sobre el futuro del heavy metal:
“Vamos a estar jodidamente bien, tío. El heavy metal se reinventa todo el tiempo y tenemos grandes músicos. Una de las cosas que encuentro sobresalientes son los bajistas y bateristas en el heavy. No puedo creer cómo tocan estos muchachos ahora”.