Participó la última ganadora del Premio Nobel de la Paz, Malala Yusafzai, que arrancó una fuerte ovación por su discurso directo .
Al evento celebrado en el Great Lawn de Central Park, en Nueva York, acudieron también el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, Hugh Jackman, Bono, Leonardo DiCaprio y Pearl Jam, el grupo de Seattle , cerró la noche con una potente actuación. Beyonce acompañó a Eddie Vedder como fín de fiesta.
Michelle Obama apareció primero en un video promocionando la campaña 62 Million Girls (62 Millones de Niñas), pero más tarde apareció en el escenario y presentó a Beyonce .
“Demos un fuerte aplauso a la increíble Beyonce”, dijo Obama. “Estoy contenta de estar aquí esta noche (…) y honrada por seguir a una mujer a la que admiro y adoro”.
No hay duda de que Beyonce prosigue su negocio como cortesana de la nueva aristocracia de la Casa Blanca.
Fueron siete horas de espectáculo y concienciación tuvieron en el gran escenario instalado en el pulmón de Nueva York y generaron millones de acciones on line (tuits, correos electrónicos y otras formas de comunicación) para comenzar a forjar un mundo mejor.
Leonardo DiCaprio se hizo cargo de la concienciación medioambiental y el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, provocó uno de los momentos más curiosos de la tarde al tener una conversación con la gallina Caponata.
Stephen Colbert y Hugh Jackman hicieron las veces de anfitriones, ayudados por la reina Rania de Jordania, el primer ministro sueco Stefan Löfven y las actrices Salma Hayek, Laverne Cox y Kerry Washington, aunque fueron las actuaciones musicales las que hicieron enloquecer al público.
Beyonce era el principal atractivo y jugó bien su carta con una hora de concierto plagada de mensajes feministas a través de la grandes pantallas, coreografías espectaculares con su ejército de bailarinas y éxitos como “Crazy in Love”, “Survivor”, “Love on Top” y “Single Ladies”.
El que se atrevió a abrir fuego fue Coldplay, que cantó, entre otras, “Yellow” y “Viva la vida”, y causó furor cuando invitó al escenario a Ariana Grande para cantar “A Little Bit of Your Heart”.
Y es que los artistas dejaron atrás sus egos para trenzar sus actuaciones: el líder de Coldplay, Chris Martin, también se unió a Ed Sheeran para cantar “Thinking Out Loud” y este se unió a Beyoncé para cantar en acústico “Drunk in Love”.
Sting fue la actuación sorpresa de una noche que fue retransmitida en directo a través de internet y que tuvo entre los miles de “ciudadanos globales” -el concierto fue gratuito- a Olivia Newton John, Susan Sarandon y Gwyneth Paltrow -a la que se vio bailar las canciones de su exmarido Chris Martin.
El broche lo puso el “grunge” de Pearl Jam, con Eddie Vedder a la cabeza interpretando temas como “Better Man” y “Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town”.
Tras pedir que se rompiera “el cinismo y la apatía”, Vedder siguió con el “Imagine” de John Lennon, cantó junto a Beyonce una versión de “Redemption Song”, de Bob Marley complementada con un discurso de Nelson Mandela en 2005 llamando a erradicar la pobreza y subió a todo el equipo organizador, incluido el “cerebro” de la operación, el filántropo australiano Hugh Evans, a despedirse con “Keep on Rockin’ in the Free World”.