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Una de las hijas del gran B.B. King, es decir, Karen Williams, la más activa, ha denunciado ante los tribunales de Las Vegas, que su oadre permanece secuestrado en su casa de Las Vegas.
El “carcelero” de B.B. King no es otro que el manager del guitarrista, el ínclito y poco menos que agente de la mafia, llamado Laverne Toney.
Tanto Willie Nelson, como Carlos Santana, que vive también en Las Vegas, y el propio Eric Clapton, trataron de ponerse en contacto con el gran B.B. King, cuando conocieron la noticia de que había sído hospitalizado. El manager les denegó cualquier contacto con el Rey del blues. Incluso telefónico.
La hija asegura que la última crisis de un enfermo grave de diabetes como el gran B. B. King, fue propiciada por el manager, porque le dio alcohol al guitarrista.
La hija también ha denunciado que el manager maneja una cuenta del guitarrista en la que aparecían cinco millones de dólares el año pasado, pero ese dinero ha desaparecido. Por lo menos, de momento, asegura su hija.
No se puede ser más ruin que un manager en el mundo de la música.