Problemas para la cantante y organista sueca Anna von Hausswolff, que ha visto como la iglesia de París, Saint-Eustache ha cancelado su concierto planeado para ayer 9 de diciembre, alegando preocupaciones sobre seguridad, después de que un grupo de manifestantes católicos impidieran el martes que actuara en una iglesia de Nantes.
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¿La razón? la acusan de ser “satánica”. El martes, un grupo descrito por el Teniente de Alcalde de Nantes, Bassem Asseh, como “radicales intolerantes” bloqueó la entrada a la iglesia Notre-Dame de Bon-Port antes del espectáculo de von Hausswolff, acusándola de hacer música “satanista”, a pesar de ser un concierto organizado de acuerdo con la Diócesis de Nantes.
Anna tiene 35 años y lleva poco más de una década publicando discos, tiene cinco de estudio en su haber. Uno de los instrumentos que toca es el órgano tubular, que se encuentra principalmente en los lugares de culto.
La música de la sueca nominada al Grammy es repetitiva, intrigante, puede resultar incomoda y desasosegante (como lo pudo ser en su día la de Arnold Shönberg o “Zeit” de Tangerine Dream), también de una extraña belleza, con elementos progresivos, post-rock, doom metal, de música clásica moderna y música eclesiástica. Sus letras han tocado temas góticos.
La músico publicó un post en Instagram referente a su veto en Nantes con una fotografía de ella sentada en la iglesia vacía. Ellos la acusan de satanista, y ella a ellos de ser “integristas católicos de extrema derecha”:
“Ayer por la noche, el integrismo católico de extrema derecha se ganó al arte, pero no al amor. Mientras escuchaba a unos 50-100 integralistas cantando y gritando afuera a las puertas de la iglesia, bloqueando el paso a casi 400 personas”.
Lo describe como una “situación aterradora, tensa y triste” y que “no teníamos nada que hacer más que cancelar, teníamos muy poca seguridad”.
Aseguró que ella y la iglesia estaban “trabajando juntos y no uno contra el otro” y elogió a sus fans por esperar “en paz y con paciencia”. “Me encantó que recordárais que estas cosas nunca se resuelven con violencia”.
Cuando The Guardian la contactó, se negó a comentar más sobre el asunto.
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Eli Commins, director de le lieu unique, el centro cultural que promovió el espectáculo de Nantes, dijo en un comunicado que la cancelación forzosa era inaceptable y “un atentado a la libertad de creatividad y expresión”.
“A las 21.10, después de muchos intentos fallidos por encontrar un resultado favorable, tuvimos que tomar la decisión, de acuerdo con el artista, de no abrir las puertas para proteger la seguridad de todos los presentes”.
“¡No hay inspiración religiosa, no hay violencia! Ella simplemente toca el órgano y los órganos se encuentran en las iglesias. Es música con influencia post-metal”.
Yves Trocheris, sacerdote de Saint-Eustache en París, ha manifestado que había tomado la “difícil y seria decisión de cancelar el concierto de Von Hausswolff el 9 de diciembre, para garantizar que se mantuviera el orden público en las puertas de la iglesia”.
Y añadió: “Dejemos algo claro: Anna von Hausswolff no es satanista. Su trabajo se deriva de su propio universo artístico imaginario. Explora el mundo del órgano y toca el instrumento de una manera singular. Su música defiende problemas contemporáneos como los que enfrentan las mujeres y la difícil situación del clima”.
Von Hausswolff dijo que miles de personas han visto esta gira, “y no ha habido nada más que amor y afecto en el aire, tanto de mi audiencia como de la iglesia. Cuando diferentes personas intentan superar las diferencias y las barreras, es cuando comienza la verdadera curación”.
Anna von Hausswolff no desiste, y publicó en Instagram que ahora su equipo está buscando un nuevo lugar para su cita en París.