Eso sucedió hace dos años, cuando el líder de Franz Ferdinand pareció perder todo entusiasmo y motivación tras la edición de su álbum más flojo: “Tonight: Franz Ferdinand”.
“La diversión se perdió cuando sentí que estaba trabajando con el calendario o plazo de otra persona. Naturalmente no soy el tipo de persona que trabaja bien en esas condiciones. De hecho toda mi vida adulta antes de ese momento, he estado en trabajos donde me he sentido bajo presión. Y de repente ya no podía hacer eso más. Pero tal vez … Quizá, eso es lo que hicimos después del tercer disco “.
Alex Kapranos se sentía al parecer como un oficinista del rock, de la música, con todas sus rutinas y obligaciones. Incluso llegó a reunirse con el bajista Bob Hardy en Orkney hace un par de años para decirle que quería separar el grupo. La sangre no llegó al río y el grupo en ningún momento se separó, pero Kapranos vio claro, al menos por un tiempo, que lo tenían que dejar.
Afortunadamente el bache pasó y su último disco supone un chorro de aire fresco, unos Franz Ferdinand aireados, renovados. Se habían estancado.
Franz Ferdinand han redescubierto su vieja chispa volviendo a los valores base. Llegó un momento en que Alex Kapranos sintió que tanta gira y tanta obligación por parte de la discográfica estaban minando la peculiaridad, la rareza de la música de Ferdinand. Y lo comenzó a considerar como una esclavitud.
“Pero cuando entramos a hacer el nuevo álbum, decidimos que nosotros somos rareza y debíamos disfrutar de ello: debe estar en el centro de nuestra existencia si queremos continuar “.